Acuse de recibo
Desde hace siete años Nelson Aguilera Ferreiro gestiona infructuosamente con Etecsa en Santiago de Cuba, para que repare un mal trabajo que hicieron cuando colocaron un cable telefónico próximo al edificio de tres viviendas donde reside, en calle Bayamo, no. 31-A, entre San Agustín y Reloj, en esa ciudad.
El asunto es que el referido cable no permite la colocación de andamios para poder reparar un muro perimetral con peligro de derrumbe, a más de 30 metros de altura.
Afirma Nelson que las últimas gestiones hechas con funcionarios de Etecsa no han tenido ningún resultado, «y sí mucha burocracia, engaño, compromisos, humillaciones e incumplimientos a la petición realizada», enfatiza.
«El pasado 6 de mayo, precisa, entregamos la solicitud por escrito a Florentino, jefe del Centro, y este llamó al operador por teléfono y delante de mi esposa le orientó realizar la tarea. Y este último dijo venir el 7 de mayo. Y no se presentó».
El 10 de mayo fue una brigada con dos operadores a laborar en el poste donde está sujeto el cable, pero les informaron a los afectados que no tenían orden de ese trabajo. Y Nelson fue a la oficina de Florentino. Este llamó a los técnicos por teléfono y les pidió que resolvieran el problema. Pero los técnicos se negaron, alegando tener mucho trabajo, señala el remitente.
El 18 de mayo, a las 7:00 p. m., llegó un funcionario de Etecsa y le informó a la esposa de Nelson, de parte de Florentino, que no pueden hacer el trabajo porque la entidad está inmersa en el ejercicio Meteoro.
El 22 de mayo, la esposa de Nelson fue a la oficina de Florentino y reclama por los incumplimientos. Éste se disculpa y vuelve a comprometerse. Dice que el trabajo es de otro departamento y que él personalmente lo va a tramitar.
El 24 de mayo, Florentino llama a la esposa de Nelson, y ofrece disculpas por el incumplimiento, pues tiene problemas con los recursos. Ruega que le conceda un tiempo corto para hacer el trabajo.
El 3 de junio, Nelson se comunica por teléfono con Daisy, que dijo ser la operadora ejecutiva de Etecsa en Santiago de Cuba. Y hace formal denuncia del maltrato y los incumplimientos acumulados. La funcionaria le dijo que la denuncia tiene el número 19021283, y que esperara a que la citaran.
El 3 de junio llamó a Nelson un funcionario de Etecsa que dijo llamarse Alejandro y le informó que antes del 8 de junio el asunto estaría resuelto. «Pero este, como en los anteriores compromisos, olvidó la palabra empeñada», manifiesta el remitente.
«Si Etecsa no reorganiza el cable telefónico que pertenece a un vecino, y que por un mal trabajo fue colocado próximo a la pared de nuestras casas, no se puede realizar el trabajo para reparar un muro perimetral de unos 15 metros de largo por 30 de altura, el cual está partido por varios tramos.
«Ante tanto burocratismo, humillaciones y falta de respeto hacia nosotros, no me queda otra alternativa que acudir a su instancia para denunciar a estos administradores que no administran, y sí ocasionan mucho malestar a los clientes», concluye Nelson.