Acuse de recibo
El 28 de noviembre de 2018, desde La Comuna, municipio pinareño de San Juan y Martínez, Dayán Meléndez Acosta denunció aquí que la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Conrado Benítez, de la cual es socio, no le había liquidado a sus miembros el dinero de la venta de sus cosechas de hacía más de cinco meses.
Y refería que dichos campesinos ya estaban en la roturación de las tierras y preparación para la siembra en la campaña 2018-2019. Reconocía que la CCS tiene una nueva dirección que trabaja, la cual fue objeto de una auditoría por viejos problemas heredados, pero no justificaba que no recibieran aún los ingresos provenientes de su trabajo. Y no entendía por qué la Empresa Tabacalera, la Delegación de la Agricultura y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) no habían hecho lo posible porque tal asunto se solucionara, cuando la atención al campesino es prioridad del país.
Al respecto, responde Víctor Fidel Hernández Pérez, delegado provincial de la Agricultura en Pinar del Río, que la Delegación Municipal de la Agricultura y la ANAP han participado activamente en el fortalecimiento de la dirección de la CCS en 2018 en dos ocasiones, «motivado por la débil gestión que los directivos elegidos ejercieron ante las responsabilidades asumidas, lo que provocó dudas en el control interno ante los registros de los gastos contabilizados en la campaña tabacalera».
Y ello, añade, trajo quejas y reclamaciones de los socios, razones que condujeron a la verificación de la totalidad de las operaciones de los 64 cosecheros de tabaco. Así, se encontraron tergiversaciones en la ubicación de los gastos en productores que afectaban el ingreso neto de los resultados de la campaña.
«Para el esclarecimiento de las deficiencias señaladas, dice, la Delegación Municipal de la Agricultura y la ANAP, junto a la dirección actual de la cooperativa, la empresa a la cual se vinculan y el Banco, ejercieron las acciones de análisis, control y conciliación para aclarar cada gasto que posibilitó presentar los documentos al cobro, faltando por ejercerlo un productor que solicitó una nueva revisión de sus operaciones».
Aclara Víctor Fidel que para la campaña 2018-2019, está garantizado el respaldo financiero con créditos aprobados por el Banco para 59 productores, mientras que cinco plantearon tener respaldo propio. Y las empresas suministradoras para la campaña han venido entregando los insumos, en correspondencia con la entrada de los mismos.
Concluye el delegado exponiendo:
«Las deficiencias manifestadas en la gestión económica de la dirección de la cooperativa provocaron insatisfacciones en los productores, y demora en la liquidación de la cosecha tabacalera, indicadores priorizados para garantizar la atención a los campesinos. En la medida en que logremos elevar la gestión de la junta directiva y el funcionamiento de la asamblea general, se fortalecerán los resultados productivos y económicos».
Otras veces reflejamos aquí los perjuicios ocasionados a cooperativistas por dilaciones e incumplimientos contractuales de las empresas estatales. Pero esta historia llama a reflexionar sobre las nefastas secuelas que deja, en el cooperativismo, el quebrantamiento del control colectivo y democrático de los asociados, en asamblea general, sobre la gestión de la directiva. Cooperativa, etimológicamente hablando, viene de cooperar. Y cooperar es también fiscalizar, cuidar el patrimonio colectivo.
Karel Rodríguez Cabrera (Enrique Malaret 20, Remedios, Villa Clara) padece de gastritis crónica aguda, con hernia hiatal y alergia alimentaria severa. No puede consumir los medicamentos de la red nacional de farmacias, porque poseen base de lactosa, y es intolerante a ella. Y ello le ha ocasionado crisis vasovagal, con pérdida de conocimiento.
Afirma que ha hecho innumerables gestiones, sin resolver su problema. Y solo ruega que, cualquier entidad u organismo público, o una persona que tenga las posibilidades, puedan solucionarle los medicamentos idóneos «para dejar de sufrir e incorporarme a la vida laboral».
Los medicamentos que necesita son: Gastrigel N, Sucralfato, Q-ulcer y Lactaid. Ella ofrece el número del teléfono comunitario que está frente a su casa: 42396899. Siempre aparecerá algún cubano solidario. Gracias anticipadas.