Acuse de recibo
Sin poder emplear su carro, luego de un alargamiento del chasis y la carrocería que se había atascado en los trámites de aprobación definitiva, recaló en esta columna Raimundo Álvarez Barroso (Caserío de Cuncuní, s/n, Santa Cruz del Norte, Mayabeque) el 25 de octubre pasado.
El trabajo de extensión del yipi marca Willy Rural, matrícula P007563 se legalizó y se pagó en el taller automotriz de Catalina de Güines, perteneciente a la Dirección Provincial de Transporte de Mayabeque (DPTM), el 25 de noviembre de 2015, apuntaba el propietario.
Concluidas estas gestiones, entregó Raimundo la documentación a la DPTM para su análisis y aprobación. A partir de ese instante, indagó insistentemente por los resultados de su caso, entre los meses de enero a marzo de 2016. La respuesta final no le llegaba.
«Teniendo en cuenta la decisión del Ministerio de Transporte en marzo del presente año (2016), sobre paralizar la autorización de los alargamientos, realicé una reclamación a la DPTM con el objetivo de que mi caso fuera analizado de forma excepcional, por haber iniciado los trámites y la culminación del proyecto antes de ser emitida esta decisión», relataba el remitente.
A propósito llegó a JR el 7 de diciembre pasado la respuesta de Rafael Márquez Medina, director de Transporte en Mayabeque, y quien encabezara el grupo de trabajo investigativo para analizar la queja de Raimundo.
Se pudo comprobar que el 11 de noviembre de 2015, el propietario solicitó certifico en el Registro de Vehículos para comenzar trámite en la DPTM a fin de efectuar la extensión de marras, sostiene el directivo.
Previamente a este paso, alrededor de marzo de 2015 ya Raimundo «había contratado a un cuentapropista para iniciar el proceso de alargamiento de 50 cm del chasis de su vehículo, sin haber presentado solicitud alguna ante la DPTM», señala el funcionario, a partir de una entrevista con el mismo remitente.
Añade Rafael que el 26 de septiembre de 2016 fue atendido el dueño del yipi Willy en la oficina del Director Provincial de Transporte. Se le explicó entonces que entre los meses de enero y marzo del año en curso se habían paralizado todos los trámites de cambios de tipo y estructurales, «con la finalidad de actualizar y modificar el procedimiento vigente».
En fecha 30 de septiembre —rememora el ejecutivo— se recibe en la DPTM la reclamación del propietario del medio, procedente de la oficina de Atención a la Población del Poder Popular Provincial.
En el caso específico de Raimundo, detalla el funcionario mayabequense, se efectuó un proceso de modificación contrapuesto a los documentos normativos: Procedimiento para la tramitación y análisis de los cambios y conversiones de motores y modificaciones a los vehículos pertenecientes a personas naturales (2008) y Precisiones al banco de problemas presentados por el registro de vehículo con motivo del próximo cambio de matrícula, texto este último emitido conjuntamente por el Mitrans y el Minint en 2013.
Finalmente, informa el director que el 28 de octubre de 2016, el grupo de trabajo se reunió con Raimundo Álvarez Barroso, a quien se le demostró «que en momento alguno dicho expediente fue autorizado a tramitar por esta instancia» (se infiere habla de la DPTM), y que además él había ejecutado dicho cambio estructural «posteriormente al cambio de matrícula, no teniendo en cuenta lo expresado (…) en el “banco de problemas…”, por lo cual se dio su reclamación “sin lugar”».
Y adjunta a su respuesta, que agradezco, la documentación certificada y la firma de conformidad del reclamante con la atención que se le brindó a raíz de la publicación.