Acuse de recibo
Dañan y no reparan. Así titulamos el caso de la granmense Gretchen Isel Rodríguez Rosales (Calle Martí No. 268, entre Saco y Doctor Codina, Manzanillo), quien se quejaba de las afectaciones provocadas a su vivienda por las labores constructivas de una tienda del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) que radica en el mismo edificio.
Contaba la remitente que a partir de la reparación auspiciada por el FCBC a la tienda, se demolieron muros de la placa de su hogar que se encontraban en la azotea, «y esto último provocó que se cayeran pedazos del techo del comedor y la cocina y se rompieran fragmentos del piso».
Abundaba la misiva en gestiones, visitas y también una solicitud de entrevista de ella, en febrero, con el Presidente municipal del Poder Popular. Al momento de escribirnos (mediados de mayo), no tenía la afectada cita concertada con el dirigente.
A propósito llegaron a nuestra Redacción dos respuestas: una a nombre de Eddy Rodríguez Miniet, director de la Filial del FCBC en Granma, y otra firmada por José Enrique Remón Domínguez, presidente de la Asamblea del Poder Popular (AMPP) en Manzanillo.
Explica Eddy que el local de la tienda fue entregado al FCBC en 2009, en deplorable estado constructivo. Tras varias reparaciones menores, que incluyeron mejoramiento de redes hidráulicas y sanitarias provenientes de la vivienda de la demandante, se pudo reabrir para funcionar como tienda de artesanía. Así se mantuvo hasta mediados de 2015, cuando fue asignado el presupuesto para su restauración total, proceso este último que se halla en la fase final.
Precisa el directivo que los tres locales: la tienda, la Dirección del Arquitecto de la Comunidad y el hogar de Gretchen Isel conforman un solo edificio de dos plantas situado en un lugar céntrico de la ciudad y con notables valores patrimoniales, por lo que «se consideró intervenirlo de forma total, la planta baja en una primera etapa, incluyendo también toda la fachada».
En visita realizada a la casa de Gretchen, Eddy pudo conocer que «en el año 2011 se realizó una evaluación del estado constructivo (de la vivienda) y fue declarada inhabitable. (Es decir, cuatro años antes de que el FCBC iniciara sus trabajos allí)». También supo el ejecutivo del Fondo que las autoridades del municipio ofertaron en dos ocasiones una vivienda alternativa a la propietaria y su familia para que abandonara la casa y así poder repararla; pero ella no aceptó por diversos motivos.
Realmente es preocupante la situación constructiva del hogar, admite Eddy, pero «no es justo responsabilizar a nuestra entidad por ello». E informa que próximamente su empresa «dará inicio a la restauración de la parte superior (del edificio), que se encuentra desocupada, acción que no podrá iniciarse con la vivienda por estar habitada aún».
En la respuesta de José Enrique Remón se sostiene que este es un caso conocido y varias veces atendido por el Vicepresidente de la AMPP que se encarga de la Construcción. Añade el Presidente que tras múltiples valoraciones «se llegó al consenso de incluir esta vivienda, que es única en todo el edificio, en el plan de rehabilitación del municipio, y con un presupuesto de 15 000.00 pesos».
«La documentación —señala el funcionario— se le entregó a la unidad básica de construcción, que realizará la preparación técnica y contratará con la Dirección Municipal de Vivienda y una subcontrata con el FCBC para que ejecute la acción». Respecto a la afectación provocada por la tienda del FCBC al hogar, debe la propietaria realizar demanda a esa institución para que se tomen las medidas pertinentes, apunta el Presidente municipal.
También destaca, en cuanto al despacho solicitado por Gretchen con él, que ella fue citada «y no se personó, quedando pendiente este aspecto». Concluye su valoración del caso catalogándolo como «con razón en parte», «pendiente de solución» y con la demandante inconforme.
Casi sin espacio agradezco ambas respuestas —qué bien que todos los implicados en un asunto dieran siempre sus valoraciones—, y comento algunos detalles. Aunque el Director de la filial del FCBC defiende que su entidad no es responsable del estado constructivo de la vivienda, no refuta en su carta las imputaciones concretas que les hizo la propietaria (ejemplo: demolición de muros y consiguientes daños). Por otra parte, aunque la restauración total de la tienda comenzó en 2015, desde 2009 se venían haciendo «reparaciones menores». ¿Puede asegurar el ejecutivo del FCBC que estas no afectaron al hogar de la demandante? Si es así por qué no lo hizo.
En cuanto a la respuesta del Presidente de la AMPP, es una lástima que no precisara en qué fecha fue citada la mujer, si antes o después de publicado su caso en JR. Los detalles y matices dicen mucho en estos asuntos. Esperemos que, más temprano que tarde, se solucione el deplorable estado de la casa para la que ya, felizmente, hay presupuesto asignado.