Acuse de recibo
En nombre del colectivo de la fábrica de pienso perteneciente a la Empresa Porcina de Sancti Spíritus, el trabajador Fabio H. Martínez Salas denunciaba aquí el pasado 21 de febrero las irregularidades y distorsiones con que se había aplicado en ese centro la Resolución 17, que establece el pago por resultados.
Fabio manifestaba que no se les estaba pagando lo suficiente a ellos, obreros directos a la producción, mientras en la Empresa sí percibían ingresos elevados, de entre 2 000 y hasta 10 000 y 12 000 CUP mensuales, desde los CVP hasta los directivos. Y aseguraba que habían tramitado su queja ante la CTC, la Dirección de Trabajo y Seguridad Social en Sancti Spíritus.
Al respecto, responde José Antonio Piña López, director general de la Empresa Porcina Sancti Spíritus, que el Consejo de Dirección de la Empresa valoró la queja de Fabio con respecto a la Resolución 17, entonces en vigor, «concluyendo que, aunque no existieron violaciones en su aplicación, sí existieron deficiencias en el sistema de pago aprobado, al definir los coeficientes de distribución de forma más equitativa entre el personal directo a la producción en relación con las áreas de regulación y control».
Refiere que «faltó visión en la conformación del sistema de pago, lo que conllevó a realizarle modificaciones, y que se me aplicara una medida disciplinaria, por lo que declaro con lugar la queja del trabajador, a quien se le notificó esta respuesta, estando de acuerdo con esta».
Agradezco la respuesta, pero, a diferencia de Fabio, considero que esta no satisface integralmente todas las interrogantes que dejó la queja, hecha en nombre del colectivo.
En primer lugar, la redacción de la respuesta parece que fue presurosa, porque, según la lógica de quien responde, debía haber un «no» antes de la palabra definir.
Si no es una violación, al menos se trataba de una aplicación incorrecta de la Resolución, con consecuencias nefastas para la gestión de esa entidad. Surgen preguntas: ¿No se percató antes la dirección de la Empresa de la desmesura de esos ingresos con respecto a los que percibían los obreros directos a la producción, al extremo de que tuvo que revelarse la denuncia aquí para que se diera la razón a esos trabajadores?
¿Qué medida disciplinaria se le aplicó al director de la Porcina? ¿Se rectificó ya la asimetría salarial? ¿Pudieran aportar datos elocuentes de esa rectificación?
Y de paso, brillan por su ausencia las respuestas de la CTC y la Dirección de Trabajo en el territorio, instancias ante las que los trabajadores reclamaron y las cuales estaban en el deber de enfrentar tales distorsiones, o al menos defender el correcto manejo de lo legislado.
Raúl Mesana García (Daoiz 31004 A, entre Capricho y Buenavista, Matanzas) es suscriptor de los periódicos Granma y Juventud Rebelde, y como tal, paga siempre por adelantado, que es lo establecido.
Sin embargo, plantea, cuando el cartero titular de la zona falla por cualquier motivo, ahí comienzan los problemas para el cliente, que sí cumple con sus deberes y no tiene por qué sufrir las interioridades y los problemas de la entidad que presta el servicio.
«En los últimos meses, señala, dejan un periódico y el otro no. Otro día no lo dejan. El domingo nunca entregan el Juventud Rebelde dominical. Hay que leerlo el lunes.
«Esto se ha agudizado en los últimos días, por lo que hoy fui al Correo a plantear mi inquietud. Y la respuesta de los funcionarios que se encontraban en el centro de distribución de la prensa fue que no tenían carteros, que no querían trabajar porque pagan muy poco. Y que si quería el periódico tenía que ir a buscarlo yo. ¿Cómo es posible esa respuesta?».
Esperamos que Correos de Cuba, fiel a su política de investigarlo todo y responderlo con objetividad, pueda esclarecer el asunto de las irregularidades con las suscripciones, el cual tiene muchas aristas concomitantes.