Acuse de recibo
El pasado 18 de diciembre reseñé la queja de Ernesto Moreira González sobre un salidero de agua potable que manaba impunemente hacía cuatro años en San Antonio, entre Carolina y Raquel, en el reparto Carolina, del municipio capitalino de San Miguel del Padrón.
Contaba Ernesto historias de parches y remiendos que se averiaban, y volvía el dichoso salidero. Visitas de autoridades municipales y provinciales, excavadoras y sofisticados equipos para localizar la fuente del derroche… hasta que se diagnosticó que el daño estaba en una tubería maestra. Y para repararla había que hacer una costosa inversión. Al final, de nuevo otro parche, que en breve volvió a reventar. Así, la calle se hizo intransitable.
Manifestaba el remitente que el problema era conocido por el Gobierno municipal anterior y por el actual. Visitas no han faltado al salidero, pero el agua siguió despilfarrándose.
Responden Avilio Guevara Morales, José A. Yáñez Balbuena y Ana Remis Castro, director general de Aguas de La Habana, director de Atención al Cliente y jefa del Departamento de Atención al Cliente de esa entidad, respectivamente:
«Tal y como plantea el propio cliente, en la calle San Antonio, entre Carolina y Raquel, existe una conductora, la que, por los años de explotación, se encuentra muy deteriorada, por lo que es necesaria una obra de rehabilitación que no ha podido acometerse.
«Por tal motivo, la extinta Empresa de Acueducto y Alcantarillado del Este ha trabajado en reiteradas ocasiones. En esta última ocasión, suprimió dos salideros existentes en calle Garrido, entre 2da. y 3ra., y en calle San Antonio, entre Carolina y Raquel, donde no existe actualmente salidero.
«La Dirección de la Empresa Aguas de La Habana valorará e incluirá en la propuesta de Plan del año 2017 la ejecución de esta obra. Por el momento, continuaremos en la supresión de los salideros que surjan por el deterioro de dicho tubo», finalizan.
Agradezco la respuesta. Y con la reciente restructuración del servicio hidráulico en la capital, por la cual Aguas de La Habana asume las funciones de las extintas entidades territoriales, esperemos que se concentren los recursos, esfuerzos y voluntades para que se atiendan mucho mejor los graves problemas estructurales de las redes habaneras.
Nereida Argudín Landa (calle 92-C, entre 61 y 63, Pogolotti, Marianao) escribe en nombre de los vecinos de la cuadra más alta de ese barrio habanero, donde hace más de 15 años no llega el agua a la parte superior, «a pesar de las gestiones realizadas por los vecinos, que han solicitado a Aguas de La Habana del municipio enviar una brigada para ver si hay alguna tupición que no permite que el servicio llegue a las casas en todo este tiempo.
«Pero esa institución ha hecho caso omiso y no ha mandado a nadie. En ocasiones han dicho a algunos vecinos que hay una inversión hasta el 2020 para mejorar el servicio. No obstante, a pesar de no recibir tan importante líquido en todo este tiempo, esa institución sí envía puntualmente todos los meses a cobrar un servicio de agua que no recibimos, en ocasiones con la amenaza de ponerle una multa al que no lo pague. ¿Cuál servicio?
«Llevamos más de 15 años planteando el problema del agua en esta cuadra en todas las rendiciones de cuenta, y ni el Gobierno del municipio ni Aguas de La Habana en 124 y 51, en la persona de su Director, nos han dado respuesta».
Precisa que en la última asamblea de rendición de cuenta del delegado a los electores, esa cuadra fue escogida para realizar la reunión piloto en el municipio. En ella debían estar todos los directores y factores del territorio, para dar respuesta a los distintos problemas planteados por la población, incluido el del agua.
«Una vez más no se presentaron los directivos de Aguas de La Habana en el municipio. Enviaron a un especialista que no estaba preparado para dar respuesta. Se solicitó al Delegado posponer la reunión para que el directivo diera la cara y explicara por qué razón no se ha dado solución. Y este nos pidió una vez más un voto de confianza para hacer la gestión con la Presidenta del Gobierno de Marianao y el Director de Aguas de La Habana, para que fueran a la cuadra y dieran una explicación. Ya han pasado casi cinco meses y no ha pasado nada. ¿Hasta cuándo?», concluye.