Acuse de recibo
Como en un pozo sin fondo siente Nieves Perdigón Castro que han caído sus reclamos en torno a la falta de agua en su poblado de San Nicolás. La mayabequense —que reside en Ave. 63, No. 3411, e/ 34 y 36— refiere que todos los meses se rompe el motor del pozo grande que da abasto al casco urbano del municipio, y las explicaciones lógicas de esta situación no suelen llegar. A veces se comunica que es el alto voltaje; otras, que el enrollado, y así, en una dinámica de continuos problemas que ya tienen bastante agotados a los vecinos, señala.
«Me dirijo a ustedes después de conversar con los compañeros de Hidrología, la Asamblea municipal, Gobierno municipal… Todos atendieron mi queja en días pasados; después de 23 días sin agua, el 26 de mayo retornó el líquido preciado, pero la alegría duró poco (…): el día 2 amanecimos sin agua, y nadie sabe nada», evoca la lectora.
Y añade: «Lo más difícil es que no se nos informa, no hay pipa de agua, las personas abren huecos en cualquier lugar buscando el líquido; cuando retorna, los salideros son tremendos; se rompen las calles: unos huecos hechos para obtener el agua y otros porque los empates inventados por las personas para adquirirla son reventados por la fuerza del agua. Todo esto se convierte en indisciplinas sociales que, justificadas o no, son indisciplinas ¿Quiénes las propician?»
El problema —apunta la mayabequense— es de aproximadamente un año. Y la mujer se pregunta: ¿Quién cuida el motor en caso de alto voltaje? ¿Quién controla a su vez a esta persona que debe proteger la integridad del mecanismo de abasto? ¿Y las reparaciones que se han hecho tienen la calidad requerida o son paliativos improvisados para salir del paso?
La pregunta del subtítulo encabeza la misiva de Roberto Blanco (Menelao Mora No. 61, e/ Freyre de Andrade y Aranguren, Mónaco, Víbora, La Habana). Cuenta el capitalino que tiene un refrigerador LG de los grandes, cuya máquina (compresor, unidad) de 1/4 se rompió, y tras múltiples gestiones no halla cómo ni dónde arreglarla.
«He recorrido talleres municipales y de las cadenas de tiendas en divisas, afirma Roberto. En los talleres municipales solo se brinda servicio al tipo de refrigerador de la revolución energética (máquinas de 1/6); no está funcionando el servicio de posgarantía en los talleres de las cadenas en divisas, al menos para este tipo de refrigerador (los de 1/4)».
Sostiene el lector que los equipos similares al suyo están a la venta actualmente en las unidades comerciales, pero no así sus máquinas —ni en cup ni en cuc—, lo cual resultaría indispensable para procurar las elementales reposiciones.
«Alguien me dijo: “Creo que debes procurar que te la manden del extranjero”. Me pareció que no había segundas intenciones, pero me resisto a creer que esa sea la vía. ¿Qué debo hacer?», se duele el capitalino.
Quien se haya visto «botado» en la carretera tras una rotura, sabe muy bien lo que vale una mano amiga. Mucho más cuando esa mano viene con el brazo mecánico de una grúa. Por eso el cienfueguero Yasiel Fernández Jiménez (Cerice No. 48 e/ Máximo Gómez y Camilo Cienfuegos, Palmira) quiere agradecer públicamente el gesto del conductor «de la grúa auxiliar con chapa B 058 343, perteneciente a la Empresa de Ómnibus Nacionales de Sancti Spíritus, que nos brindó su ayuda desinteresada en medio de la autopista el día 25 de mayo, cuando nuestro camión no podía continuar el viaje desde La Habana hacia Cienfuegos.
«No queremos dejar pasar la oportunidad para el reconocimiento a personas como este chofer», afirma el remitente, quien se lamenta por no recordar el nombre del salvador. Pero de algo puede estar convencido el generoso gruero, los trabajadores de la Empresa de Informática y Comunicaciones del Ministerio de la Agricultura en Cienfuegos no olvidarán su solidaria cooperación.