Acuse de recibo
Así como lo leyó. Esta es la cuarta parte de una larga crónica de viaje en tren. Origen: San Antonio de los Baños. Destino: La Habana. Peripecias: múltiples.
El profesor artemiseño Ybrain Hernández López dio el pitazo de arrancada con su primera misiva a nuestra columna, publicada el 22 de febrero pasado. En esta reseñaba las dificultades para poder transportarse en el referido medio hacia su centro de trabajo, la Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría (Cujae), y luego de regreso a casa.
A dicha carta contestó Roberto Pérez Pérez, director de la empresa Ferrocarriles de Occidente. Apuntaba Pérez —y lo publicamos el 12 de agosto— las razones materiales de los «baches» en el recorrido ferroviario y señalaba la futura introducción de nuevos coches en el servicio, fabricados en Cuba. Este redactor apostillaba entonces algunos vacíos informativos de la respuesta.
El tercer capítulo de la saga llegó cuando Ybrain volvió a recalar en Acuse. Su epístola, que vio la luz el 20 de septiembre último, comentaba nuevas angustias en el trayecto sobre raíles, mejoras que habían durado muy poco y hasta un coche que, según le afirmaron al pasajero, se había traído desde Cárdenas y lo desarmaron en los talleres de la empresa Ferrosur.
Hoy damos paso a la cuarta entrega de la serie: la respuesta que ofrece Miguel A. Acuña Fernández, desde la Dirección General de Ferrocarriles de Cuba.
Informa Acuña Fernández que el servicio de transportación ferroviaria para el Mariel comenzó el 1ro. de julio de este año. El de San Antonio, por su parte, se había iniciado de manera experimental y solo se contaba con los coches motores y no con los arrastres.
Como no se satisfacía con ello la demanda, se decidió «usar los coches de arrastre del servicio Mariel mientras no comenzara la transportación a este destino (ya habíamos respondido anteriormente que es esta una técnica rusa que se encontraba a prueba y en proceso de asimilación por mecánicos y tripulantes)», refiere el directivo.
«El tren de San Antonio —apunta— con una locomotora y tres casillas de carga convertidas en coches, fue sustituido en aquel entonces por su ineficiencia energética y la baja disponibilidad de las pequeñas locomotoras chinas que servían este tren, debido a la demora en el arribo al país de las piezas para su reparación».
Asimismo, los coches motores han sufrido notables fallos técnicos, comunica el funcionario. Sobre todo se han visto afectados los mecanismos de embrague. Esta situación ha provocado «fallos en el servicio o su sustitución por otro, de los destinados al Mariel, según lo posibilita la situación diaria. Por otra parte, nunca se trajo un coche motor de Cárdenas para desarmarlo en el taller de Ferrosur».
Retoma el ejecutivo la referencia de un programa de fabricación en Cuba de coches motores y coches de arrastre para la cobertura de servicios suburbanos. En la medida en que este plan avance, el servicio en general deberá ganar en calidad.
Pero sucede que «por diferentes causas, la fábrica Jesús Valdés Reyes, del Mindus, no pudo entregar en la fecha prevista los coches planificados. Hasta el momento se han entregado dos coches de arrastre y se pronostica entregar antes que termine el año dos más y una tripleta para los servicios tan afectados en la capital», sostiene el directivo.
En el mes de octubre, en la ruta San Antonio-La Habana se tenían planificados 124 viajes. «Y se realizaron 105, afectándose por fallos del coche motor. De estos viajes, 53 fueron con coches dobles o triples, y de manera general se mantiene de forma estable en noviembre».
Admite el funcionario que son reales las afectaciones del servicio ferroviario a las que se refería el profesor Ybrain, motivadas en lo esencial por la disposición técnica de los equipos. Declara la queja con razón y anexa acta de conformidad del remitente e informe conclusivo del caso.
Agradezco mucho la misiva de Miguel A. Acuña Fernández. Mientras otras entidades a veces «se pasan con fichas» cuando sale publicada una queja, Ferrocarriles de Cuba ha respondido doblemente los reclamos de sus usuarios aquí comentados. Este debe ser un espacio de debate. Y nos pueden quedar insatisfacciones con uno u otro enfoque, pero lo que no ha faltado es el oído receptivo y la palabra atenta. Gracias.