Acuse de recibo
Seguramente cuando el granmense Eddys Ramírez Piña cerró su sobre y se dispuso a escribir la dirección del remitente —calle Ramón Rodríguez García, No. 12, reparto 30 de Noviembre, La Nenita, Guisa—, un impulso contradictorio, de confusión e intransigencia se apoderó de él. Su reparto, ese espacio que desanda todos los días, tiene en peligro el nombre.
Sí, entre tantos problemas cotidianos, la carta de hoy no reclama nada material, ni personal siquiera, sino solamente un nombre. Y tal vez a alguien se le ocurra que el tema es poco importante, pero rápido saldrían de nuestro pasado las voces de los centinelas del idioma y la cultura para advertirnos que el nombre nos define, nos traza un perfil, nos da un alma…
La historia comienza así… Al triunfo de la Revolución, en 1959, el barrio de marras casi no existía, pero al correr el tiempo el pequeño poblado, situado a la entrada de Guisa, a unos tres kilómetros, fue creciendo en personas e inmuebles y hoy, considerado un asentamiento semiurbano, cuenta ya con una población de cerca de mil habitantes, con sus calles y entrecalles, con varias organizaciones políticas y de masas, refiere Eddys.
Por la presencia de un taller de construcción en la localidad, se comenzó a llamar a esta como la institución: El DAP, y hoy aparece así en muchos documentos, fundamentalmente de Salud, apunta el remitente.
«Hace unos 20 años aproximadamente —evoca—, en reunión efectuada con los factores de la zona se trató el tema de poner otro nombre al barrio, cosa esta que salió en planteamientos de la población en reuniones de rendición de cuentas del Poder Popular. Se acordó ponerle el nombre de 30 de Noviembre, ya que era la entrada de Guisa y en homenaje a fecha tan importante en la historia de este municipio».
Y agrega: «Ya en el mandato de otro delegado del Poder Popular se cumplió ese acuerdo y a mí, que fui uno de los que hizo el planteamiento, vinieron a verme representantes de la Dirección Municipal de Planificación Física para darme la respuesta, enseñándome el planimétrico con el nombre de reparto 30 de Noviembre, con todas sus calles y el nombre de cada una de ellas».
A partir de ese acuerdo, la mayoría de la población comenzó a actualizar su carné de identidad con la nueva dirección, relata Eddys. Incluso en el año 2005, ante la repartición de varios teléfonos de los llamados de 400 minutos, los certificos que se emitieron tenían el nuevo nombre.
Ah, pero la cosa se nublaría un poco después. Narra el granmense que hace aproximadamente cinco años comenzaron los problemas, pues cuando algunos compañeros iban a actualizar sus documentos a la Dirección del Carné de Identidad les informaban que el poblado «ya no tiene el nombre de 30 de Noviembre, sino el de La Nenita, barrio que colinda con este».
«Esta inquietud se le hizo conocer al delegado en ese momento y este, en reunión de rendición de cuentas, informó al pueblo que esto seguía llamándose 30 de Noviembre (…). Ahora el delegado que está, que es además el Presidente del Consejo Popular, dice que él gestionó esta inquietud y la respuesta que le dieron (…) es que hubo un reordenamiento y que esto ya no se llama 30 de Noviembre, sino La Nenita», apunta el lector.
Pero la zona está señalizada en el tránsito como 30 de Noviembre, gran parte de los carnés de identidad tienen también ese nombre, en la conciencia de la gente está incorporado... Además, se pregunta Eddys, cómo es que se le quita el nombre a un barrio, acordado por sus pobladores y tramitado oficialmente por los organismos competentes, sin un proceso de consulta y aprobación, ni siquiera con una argumentación pública al respecto.
«Los pobladores de esta zona no queremos el nombre de La Nenita, que es de una latifundista que existía aquí y que se fue para Estados Unidos, según cuentan las personas más viejas de esta zona», sostiene con energía el veterano. ¿Quién le responde?