Acuse de recibo
¿Cuándo costará el tiempo ajeno?, nos preguntábamos en esta columna el 5 de enero último, al reseñar la carta del avileño Reinaldo Martínez Morales (Pasaje de 6ta B, No. 304, e/ Jiqué y F, Rpto. Rivas Fragas). Narraba el remitente un rosario de atenciones ineficientes en lo referente a la legalización de su título de propiedad por parte de instancias de Vivienda en su provincia.
Refería Reinaldo que a raíz de las modificaciones a la Ley de la Vivienda, pagó la suma exigida al banco y solicitó el documento que lo acreditaba como dueño de su hogar, el 30 de noviembre de 2011. En enero de 2012, se encaminó con ese fin a la Dirección Municipal de Vivienda (DMV) y de allí lo remitieron al arquitecto de la comunidad.
Por problemas personales el arquitecto no se presentó. El lector contactó a otro y este hizo el trabajo. De ahí lo remitieron a Planificación Física a buscar otra constancia necesaria. De Planificación, nuevamente a la DMV, y otra vez retornó a encontrar el certifico de numeración.
La solicitud finalmente fue entregada el 17 de mayo de 2012 y debía estar lista en 60 días. Se la entregaron el 29 de agosto. Luego, en la DMV, se topó un cartel en la puerta: «No se harán más trámites desde el 15 de julio hasta el 3 de septiembre». El 3 de noviembre de 2012 debía este avileño recoger su título de propiedad, pero le afirmaron que eso demoraría porque había más de 700 expedientes atrasados.
A propósito responde Marianela Fernández Lorenzo, directora municipal de Vivienda en la urbe avileña. Sostiene Marianela que Reinaldo solicitó el dictamen técnico de su vivienda en el año 2005, no efectuó en aquel instante el pago correspondiente y nunca recogió el papel.
Volvió a solicitar este servicio el 1ro. de marzo de 2012. Fue atendido por la arquitecta que se encontraba de guardia, quien le orientó acudir a Planificación Física para que legalizara cambios que había emprendido en la cubierta.
Aclara la Directora que Reinaldo es propietario de su hogar por contrato de compraventa de 1995, documento al que le faltaba el número de la vivienda y los linderos; motivo por el cual hubo de recibir de la arquitecta el dictamen técnico, la tasación y el croquis el 9 de marzo de 2012.
«Ciertamente, cuando Martínez Morales se presentó el 29 de agosto de 2012 (…) se encontraba la oficina de radicación de procesos jurídicos cerrada al público, decisión que fue consultada con todas las instancias superiores (...) En ese momento solamente contaban con la contratación de cuatro especialistas B en Derecho y a dos de ellos les correspondían vacaciones, existiendo un gran cúmulo de trámites radicados en el Departamento», argumenta la funcionaria.
El 3 de septiembre —continúa— fue atendido y al día siguiente se radicó el Expediente 1334/12. La especialista a la que encargaron el caso debía resolverlo como plazo máximo el 13 de noviembre, o sea, 60 días hábiles después.
«El expediente fue resuelto con 83 días, fuera del término legalmente establecido», admite la Directora a nivel municipal y añade que en cuanto al trato recibido por Reinaldo, «ofrecemos nuestras excusas, ya que existieron comportamientos indebidos por parte de las funcionarias Zarahy Zayas Arroix y Liliam Rosa Bermúdez Cruz, con las cuales se realizó un análisis crítico en el Consejo de Dirección.
«Esta Dirección Municipal de la Vivienda ha transitado desde enero de 2012 por un proceso de depuración de sus directivos y trabajadores, (el cual incluyó) sanción y separación de sus cargos a todos los que no actuaban correctamente, lo que ha generado inestabilidad, incidiendo en el déficit de personal capacitado. Fueron sancionados la Directora que me antecedió, el Subdirector de Enfrentamiento, un inspector, dos investigadores y cuatro jurídicos», informa.
Y entre las decisiones de reordenamiento que comenta la funcionaria se encuentra la contratación de abogados, mediante el pluriempleo, para dar solución a los cerca de 500 expedientes que aún aguardan.
La funcionaria explicó a Reinaldo todo cuanto aquí se contesta. Este se mostró conforme con la respuesta, aun cuando mantiene su malestar por la deficiente atención.
Agradezco la detallada contestación. Comprendo las condiciones tensas en que están laborando los compañeros de la Dirección Municipal de Vivienda. Se podrían comentar muchos elementos, pero no hay espacio. Solo me detengo en uno: oficina cerrada que se consultó con las instancias superiores. Va siendo hora de que se consulte más ese tipo de decisiones con el pueblo, que es a la larga, el protagonista de todos los empeños.