Acuse de recibo
La implementación de las medidas flexibilizadoras que aplica el país, muestra de una voluntad de cambio, debe ir acompañada del mismo espíritu de facilitación, de manera que no aparezcan pedruscos en el camino que agobien a los ciudadanos.
Con la legalización de la compraventa de casas, por estos días los trámites en el Registro de la Propiedad por parte de la ciudadanía se han incrementado en grandes proporciones. Por ello escribe, asombrada de lo que le sucedió, la lectora Leigné Gambe Pérez, residente en Calzada del Cerro No. 1229, apto. 2, entre Diez de Octubre y Buenos Aires, municipio de Cerro, La Habana.
Refiere Leigné que, precisamente por una gestión relacionada con su casa, luego de solicitar el dictamen del arquitecto de la comunidad sobre límites y linderos, y de hacer una subsanación ante la Notaría para corregir errores en el título de propiedad original, su esposo fue a la sede municipal del Registro de la Propiedad del Cerro.
Allí entregó los correspondientes documentos y lo citaron para dentro de 15 días hábiles, tal y como establece la ley. Y cuando precisamente se personó en el Registro, a las dos de la tarde, fue como si le lanzaran un jarro de agua fría.
Le informaron que, desde el 1ro. de febrero pasado, los Registros de la Propiedad solo entregan documentos hasta el mediodía, pues a partir de esa hora cierra la Caja, y no se pueden efectuar los cobros correspondientes.
Leigné pregunta:
«¿Cómo es posible que los días hábiles, que lógicamente son los laborables, con jornadas de ocho horas establecidas por ley, pueden ser reducidos a la mitad, por decisión de algún funcionario?
«¿Cómo puede ser que una entidad que tan importante servicio está brindando a la población, en el marco del cumplimiento de un lineamiento del reciente Congreso del Partido, se dé el lujo de atender cabalmente a la población solo hasta el mediodía?».
El pasado 5 de febrero desde la localidad holguinera de Mayarí, lamentaba Nguyen Tang Torres que como parte de la remodelación del cine homónimo, que delimita al fondo con la parte trasera de su casa, inconsultamente abrieron en la pared limítrofe ventanas indiscretas hacia su vivienda.
Nguyen habló con el director del cine, quien precisó que tales persianas luego iban a ser clausuradas, pero se colocaron de acuerdo con el proyecto hecho por la Dirección Provincial de Cine. «¿Por qué un proyecto así para luego clausurarlas?, señalaba. Demando que se cierre esa pared y que quede como estaba anteriormente».
Al respecto, responde María Elena Leyva Marrero, directora del Centro Provincial de Cine, que como parte de un proceso de rescate cultural, se aprobó la reparación del cine Mayarí para convertirlo en teatro, con escenario y camerino, como una oferta cultural y cinematográfica con variados objetivos.
Aclara que en el proyecto se tuvieron en cuenta los límites colindantes. La pared en cuestión es parte del cine, y fue necesaria la ventilación adecuada para los camerinos. Por ello, se proyectaron las ventanas. Y es la ventana derecha la que da al patio familiar de Nguyen, a cinco metros de la puerta de la cocina de su casa.
«No obstante —afirma—, luego de presentada la queja, una comisión del Centro Provincial del Cine se personó en la vivienda, y después de revisar los documentos legales, decidimos por mutuo acuerdo con el propietario de la casa subir las persianas a la altura del cintillo, evitando que las visuales den directamente a su vivienda, ejecución que comienza el 18 de febrero, lo cual ya fue aprobado en proyecto».
Lamenta la Directora las molestias causadas, en el propósito de potenciar el uso múltiple del cine y llevar espectáculos y cultura a Mayarí. Aun así, agrega, la solución es instalar dos aires acondicionados domésticos en los camerinos, por lo cual las ventanas permanecerán cerradas. Es el caso de lo dicho por el director del cine, quien solo refirió que se había procedido según el proyecto, no que las ventanas serían clausuradas posteriormente.
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