Acuse de recibo
Hoy publicamos la respuesta de José Ramón Chaviano, director de la Empresa de Servicios Generales de la Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC), a raíz de la queja del camagüeyano Juan C. Rodríguez, reflejada el 1ro. de julio de 2010. La carta del Director está fechada el 9 de agosto pasado, pero llegó a JR el 20 de diciembre (a propósito, sería bueno conocer qué causó esa demora de varios meses).
El reclamante, trabajador de Servicios Generales en la provincia de Camagüey, revelaba serios atrasos en el pago de la estimulación en CUC a él y a otros trabajadores: el 20 de mayo, fecha en que redactara su misiva, aún no habían cobrado la divisa correspondiente al mes de febrero.
Los afectados, en gestiones con Recursos Humanos en la provincia, supieron que los papeles andaban en La Habana, pero se ignoraba por qué no se había enviado el cheque. En La Habana manifestaron que los papeles habían llegado tarde. Juan se comunicó con la técnica de Recursos Humanos en la empresa: le informó que los documentos ya estaban, pero habían sido enviados a la Unión de Ferrocarriles para ser firmados.
«Más que papeles, faltan aquí las palabras de una explicación profunda», manifestaba entonces nuestro redactor Jesús Arencibia.
Al respecto, el director de la Empresa de Servicios Generales de la UFC se disculpa y reconoce que, ciertamente, estuvo demorado el pago de la divisa correspondiente a abril y mayo (el reclamante mencionaba que desde febrero).
Señala que «estas irregularidades no deben ocurrir», e informa que la respuesta verbal de la técnica en Recursos Humanos fue incorrecta, a la cual se le señaló ante su colectivo. Y concluye aclarando que finalmente los pagos correspondientes a abril, mayo y junio se efectuaron, mientras que el de julio debía pagarse después del 20 de agosto.
Lamentablemente, por bienintencionada que sea, la respuesta no explica a profundidad las causas de una morosidad tan sostenida durante varios meses, en algo tan serio como lo es la estimulación en divisas a un grupo de trabajadores. Apenas, el Director señala: «Fue necesario puntualizar con la dirección de la Unidad Básica de Camagüey, así como con otros trabajadores de la dirección de la Empresa». Eso no aclara del todo ni de raíz.
El 8 de julio pasado, desde Calixto García, provincia de Holguín, Elsa Carralero denunciaba que su casa, destruida en 2008 por el ciclón Ike, y en construcción por una brigada de la cooperativa de producción agropecuaria Niceto Pérez, fue dada por concluida aun cuando le faltaban tres puertas, una persiana, la ducha, el fregadero, el piso y las instalaciones hidráulicas y eléctricas. «¿Adónde fueron desviados los recursos que faltan?», preguntaba la mujer.
Al respecto, llegó a JR el 14 de diciembre pasado la respuesta de Archy F. Lam, director de Vivienda en la provincia, quien señala que a raíz de lo publicado visitaron a Elsa y comprobaron que, ciertamente, quedaban acciones constructivas pendientes. Se procedió de inmediato a solucionar el caso, le proporcionaron los recursos necesarios para concluirla y se le dio seguimiento hasta el final.
Precisa que, con fecha 11 de abril de 2010, anterior a la publicación de la queja, fue dictada una Resolución en la que se sancionó al Jefe del Departamento de Inversiones de ese municipio a democión definitiva del cargo, y pasó a ocupar uno de inferior categoría y condiciones laborales distintas, precisamente por la violación cometida al informar como terminadas viviendas con acciones pendientes.
Aclara que ya ese trabajador causó baja del Sistema de la Vivienda y la casa de Elsa fue concluida en su totalidad.
Agradezco la respuesta y la atención a Elsa, porque ese es un caso típico de fraude y mentira por partida doble: con la beneficiaria y con el país. Personas tan engañosas no debían permanecer en el Sistema de la Vivienda, ni siquiera sancionadas a un puesto de inferior categoría.