La idea de volar sin combustibles fósiles recibió críticas de la comunidad científica hace más de una década Autor: Telesur Publicado: 21/09/2017 | 06:04 pm
Luego de 13 años de investigación, el avión Solar Impulse 2 despegó el domingo desde la ciudad de Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, para realizar su primera vuelta al mundo sin utilizar combustibles convencionales.
Según Telesur, la aeronave despegó a las 07H12 locales (04H12 GMT) desde el aeropuerto Al Bateen de Abu Dhabi con destino a Mascate, capital de Omán, meta de la primera etapa de su viaje y donde se espera su llegada en las próximas horas.
El proyecto de los científicos suizos André Borschberg y Bertrand Piccard inicia así un recorrido de 35 mil kilómetros, comprendido en doce etapas que se extenderán a lo largo de cinco meses.
«Queremos compartir nuestra visión de un futuro más limpio. El cambio climático ofrece una oportunidad fantástica para llevar al mercado nuevas tecnologías verdes, preservar los recursos naturales de nuestro planeta, crear empleos y apoyar el crecimiento de la economía», explicó Piccard.
El Solar Impulse 2, diseñado y ensamblado en Suiza, puede alcanzar una velocidad máxima de 140 kilómetros por hora y está recubierto con más de 17.000 células solares distribuidas alrededor de sus alas que, a través de unas baterías de litio, suministran energía a cuatro motores eléctricos de hélice.
Fabricado con fibra de carbono su peso total es de 2,5 toneladas; igual a un coche familiar todo terreno y correspondiente a menos del uno por ciento del peso de un Airbus A380, el avión comercial más grande de todo el mundo.
Desafío humano
Los dos pilotos, de nacionalidad suiza, que se van a relevar durante cinco meses al mando de la aeronave, insistieron en el «desafío humano» que representa esta vuelta al mundo.
Los motores serán impulsados solo por energía solar. Los dos pilotos que manejarán la nave se turnarán en los controles de la pequeña cabina y, en los periodos en los que deban cruzar los océanos, cada uno tendrá que pilotar durante cinco días y cinco noches sin interrupción. En la imagen los pilotos de la nave, Andre Borschberg (d) y Bertrand Piccard (I), antes del vuelo.
«El desafío es más humano que técnico», dijo a la AFP André Borschberg, de 63 años, al mando del avión en la primera etapa.
Según explicó, «técnicamente tenemos un avión que pude volar noche y día, con una resistencia prácticamente infinita (...) La cuestión es cómo hacer sostenible al piloto cuando tenga que sobrevolar el océano durante una semana».
La etapa más larga de la vuelta al mundo, de Nankin (China) hasta las islas Hawai, en el Pacífico, debe durar cinco días. Durante ese tiempo, el piloto debe permanecer en una cabina exigua no presurizada, a una velocidad relativamente modesta, de entre 50 y 100 km/h, y a 8.500 metros de altitud.
«Cuando se intenta algo que nadie intentó antes no se puede saber de antemano cuáles serán los problemas», aseguró Borschberg.
En la cabina no hay ni calefacción ni aire acondicionado, por lo cual los pilotos tuvieron que seguir un entrenamiento especial.
«Físicamente estamos listos. André se prepara con yoga y auto-hipnosis para esta primicia histórica», había dicho el otro piloto, Bertrand Piccard, 48 horas antes del despegue del avión.
El entrenamiento con yoga y auto-hipnosis permite dormir profundamente durante un tiempo relativamente corto, 20 minutos por ejemplo, y tener la sensación de haber pasado una buena noche, precisa la AFP.
«El asiento puede reclinarse para descansar. En ese momento colocamos al avión en piloto automático, pero conservamos el control del aparato y seguimos en contacto con los controladores aéreos» de la misión en Mónaco, añadió Piccard, de 57 años, descendiente de una dinastía de científicos y aventureros suizos, y el primero en haber dado la vuelta al mundo en globo y sin escalas en 1999.