Según los investigadores, posee «ojos humanos». Saludan al alba con una ruidosa danza. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:34 pm
Aunque en la Tierra existan más de diez millones de especies vivas, sin contar la mayor parte del mundo microbiano, solo se han podido identificar y registrar alrededor de dos millones. Y, teniendo en cuenta que cada año se descubren miles de nuevas criaturas, es evidente que a los científicos les queda mucho trabajo por hacer.
Es por este motivo que desde el año 2008 el Instituto Internacional para la Exploración de Especies (IISE, por sus siglas en inglés), de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, publica un listado de las diez nuevas especies más fascinantes, con la ayuda de un comité internacional de taxónomos.
Este 23 de mayo, tras analizar cuidadosamente más de 140 propuestas, el IISE dio a conocer el listado, que recoge las diez formas de vida más inauditas y extrañas descubiertas por los científicos durante los pasados 12 meses.
Para ser incluidas en el listado, las especies debían estar descritas de acuerdo con el código de nomenclatura, ya sea botánico, zoológico o microbiológico. Aunque muchos de estos animales y plantas fueron hallados hace tiempo, no habían sido clasificados hasta 2012.
Contrario a lo que pudiera parecer, la tarea de documentar una nueva especie es muy compleja y requiere de diversos medios científicos y económicos. Por ello, el top ten de nuevas especies pretende ser un modo llamativo de atraer la atención pública internacional hacia la biodiversidad de la Tierra, y a la necesidad de protegerla.
Por primera vez en mucho tiempo los biólogos dieron el año pasado con una nueva especie de mono, el lesula (Cercopithecus lomamiensis), que vive oculto en la República Democrática del Congo. Según los investigadores, posee «ojos humanos».
Estos ejemplares saludan el alba con una ruidosa danza. Según la publicación especializada PLOS One, esta especie está amenazada por la caza.
El segundo escaño de la lista lo ocupa la cucaracha luminiscente de Ecuador (Lucihormetica luckae), en peligro de extinción. El tamaño y la ubicación de sus lámparas sugieren que utiliza la luminiscencia para imitar a los escarabajos tóxicos.
Otra especie seleccionada fue la violeta liliputiense, una de las dicotiledóneas terrestres más diminutas, que apenas se eleva un centímetro del suelo. Han aparecido solo en una localidad en una meseta entre las montañas de los Andes del Perú. Las muestras se recogieron por primera vez en la década de los 60, pero la especie no fue descrita como nueva hasta 2012.
El listado incluye también una hermosa nueva especie de serpiente comecaracoles cuyo nombre científico es Sibon noalamina, hallada en los bosques tropicales de las tierras altas del oeste de Panamá. La serpiente es nocturna y caza presas de cuerpo blando como las lombrices de tierra, huevos de anfibios, caracoles y babosas. Es inofensiva, y para que la dejen en paz imita los anillos de las serpientes corales venenosas.
Un nuevo hongo conocido como Ochroconis anomala, encontrado en la cueva de Lascaux, en Francia, se incluye también en el listado. Los biocidas empleados para eliminar los hongos blancos que contaminaban las pinturas rupestres en la cuevas hizo que proliferase un hongo negro, desconocido hasta entonces. Por lo que saben los científicos, es inofensivo.
Asimismo una rana minúscula (Paedophryne amanuenses), que habita en la selva de Papúa Nueva Guinea, fue elegida por el IISE al considerarse el vertebrado vivo más pequeño del mundo. El tamaño de la rana adulta, determinado por el promedio de las longitudes de machos y hembras, es de solo 7,7 milímetros.
Al parecer, estos animalitos le quitan el título de «rana más pequeña del mundo» a otras especies muy conocidas como la cubana (Eleutherodactylus iberia), cuyo tamaño oscila entre nueve y 10,5 milímetros aproximadamente.
La mosca Juracimbrophlebia ginkgofolia, que vivió hace 165 millones de años, también se incluyó en el listado. Al parecer su fósil fue encontrado en China en una hoja de árbol similar a un gingko. Se caracterizaba por su cuerpo delgado, dos pares de alas estrechas y sus patas largas como hilos. Escondida debajo del follaje, capturaba a otros insectos como alimento.
Es de destacar, además, el arbusto Eugenia petrikensis, que crece hasta dos metros y tiene un particular color verde esmeralda, un follaje ligeramente brillante y densos racimos de pequeñas flores de color rojo púrpura. Es una de las siete nuevas especies descritas en el bosque litoral del este de Madagascar y se considera en peligro de extinción.
Otra de las especies que llamó la atención del IISE fue la esponja carnívora Chondrocladia lyra, descubierta a 3 399 metros bajo el Océano Pacífico, al nordeste de la costa de California. Tiene forma de arpa o lira con más de 20 ramas verticales paralelas, a menudo coronadas por una especie de bola. Esta forma inusual maximiza el área de superficie de la esponja para el contacto y la captura de presas planctónicas.
El último peldaño lo ocupa la crisopa verde (Semachrysa jade), descubierta accidentalmente por un entomólogo californiano mientras miraba imágenes subidas a la red social Flickr. Se trataba de un insecto ya conocido, pero con un aspecto distinto. El cuerpo de la criatura tiene una red de finas líneas negras y unas motas azules que nunca antes se habían visto.
Esta es la sexta edición del top ten del Instituto Internacional para la Exploración de Especies, que se presenta cada 23 de mayo. La fecha coincide con el aniversario del nacimiento del botánico sueco Carlos Linneo, responsable del sistema moderno de denominación y clasificación de plantas y animales.
«No sé si debemos estar más sorprendidos por las especies descubiertas cada año o por la profundidad de nuestra ignorancia sobre la biodiversidad de la que somos parte», expresó Quentin Wheeler, director del Instituto antes mencionado.