La operación se realizó en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 04:56 pm
La intervención quirúrgica se realizó a fines de marzo en el Hospital Universitario Vall d'Hebron, en Barcelona, pero sólo ahora se conocen los detalles.
El paciente es un joven que no podía respirar, tragar o hablar normalmente tras haber sufrido un accidente con un arma de fuego hace cinco años, lo que lo hacía dependiente de equipos artificiales para respirar y comer.
Durante la cirugía recibió nuevos músculos faciales, además de piel, nariz, pómulos, labios, mandíbula, paladar y dientes.
El equipo de médicos que efectuó la operación estuvo dirigido por el doctor Joan Pere Barret.
La intervención consistió en un complejo procedimiento que combinó técnicas de reconstrucción micro-neurovascular y cirugía plástica. En ella se debieron reconectar las venas yugulares, adaptar los huesos del donante a la cara del paciente y unir los vasos sanguíneos y la totalidad de la musculatura.
Tras varias semanas de realizada la operación, el joven evoluciona favorablemente.
«El paciente pidió verse una semana después de la cirugía y reaccionó con mucha calma y satisfacción. Cuando le preguntamos de manera escrita -porque nos comunicamos con escritura y gestos-, me dijo que estaba muy agradecido y satisfecho», afirmó Barret.
Antes de la operación
Hasta el momento se han llevado a cabo diez trasplantes de rostro en todo el mundo. Sin embargo, el Hospital Universitario Vall d'Hebron aclaró que estas intervenciones habían sido sólo parciales.
El equipo médico a cargo de la operación se aseguró de que el nuevo rostro del paciente se pareciera al que tenía antes del accidente y no al del donante anónimo.
Antes, el joven había sido operado nueve veces sin éxito en otro sanatorio. Tras evaluar el caso, el equipo del hospital catalán evaluó si el joven era un candidato apropiado para un transplante total de cara.
Seguidamente lo sometió a estudios psicológicos para asegurarse de su capacidad para enfrentar los riesgos operatorios y el hecho de tener una cara diferente después de la intervención.
Paso a paso
Según el hospital, la intervención quirúrgica involucró tres pasos:
La extracción de los injertos del donante
El primer paso fue hacer una réplica del rostro del paciente con el fin de reemplazar los tejidos faciales que habían sido removidos.
Seguidamente, las partes blandas de la cara –incluyendo las venas y las arterias- fueron extraídas y se identificaron los nervios motores y sensoriales para llegar a las estructuras óseas que tenían que ser trasplantadas.
Después, las estructuras óseas necesarias fueron removidas para obtener el «aloinjerto», término que se refiere al injerto de tejido u órganos procedente de un individuo de la misma especie que el receptor.
El aloinjerto fue preservado de inmediato, con el fin de mantenerlo en buenas condiciones para el traslado al quirófano, donde el paciente fue preparado para la cirugía.
Trasplante
La operación comenzó con la identificación de las arterias del receptor y las venas, seguido de la revascularización de los aloinjertos faciales.
Era necesario constatar la vitalidad del aloinjerto, por ejemplo, el flujo sanguíneo completo y cualquier tipo de rechazo.
Tras la revascularización para hacer circular la sangre, las estructuras deformadas del receptor fueron retiradas y se realizó una osteosíntesis o reconstrucción del maxilar, la mandíbula, la nariz y los pómulos (por medio de placas y tornillos).
Posteriormente fueron suturadas las zonas posteriores (mucosa) y los músculos. Por último, los nervios quedaron conectados y la cirugía terminó con la sutura de la piel.
La fase posoperatoria
En esta etapa -en la que se encuentra el joven actualmente-, el equipo del hospital se debe asegurar de que el paciente esté progresando de manera favorable.
El joven deberá permanecer allí por dos meses, aunque la duración de su estadía dependerá de su evolución.
Una vez que abandone el centro de salud, tendrá que someterse a estrictos exámenes médicos durante al menos cuatro meses.
Avance científico
El profesor Peter Butler, jefe del equipo de investigación de trasplante facial del Reino Unido, quien se ha preparado para una intervención similar durante meses, recibió con beneplácito la noticia de la operación realizada por sus colegas españoles.
«Felicitamos al doctor Barret y a su equipo en España por lo que bien puede ser la operación de trasplante facial más compleja realizada hasta la fecha en todo el mundo», dijo.
Butller también se refirió a la importancia de esta intervención. «Demuestra una vez más cómo el trasplante facial puede ayudar a un grupo particular de personas con graves heridas en el rostro, para quienes la cirugía reconstructiva no ha funcionado y para quienes la calidad de vida es indescriptiblemente pobre».
«Estas personas llevan una vida terrible, sobre todo porque se la pasan encerradas y escondidas de la mirada pública», concluyó.
La operación española es la undécima de este tipo que se realiza en el mundo. La primera se la practicaron a una mujer francesa en 2005, luego que ésta quedara desfigurada por completo tras ser atacada por un perro.