Rodolfo Oquendo preguntó:
Acerca del uso de mayúsculas en siglas y acrónimos la Ortografía de la Lengua Española (2010) señala que los acrónimos (siglas cuya configuración permite su lectura secuencial como palabras) pueden lexicalizarse y convertirse en palabras, pasando a escribirse solo con mayúscula inicial si se trata de nombres propios (Unicef), y enteramente en minúsculas, si se trata de nombres comunes (ovni).
Destaca que la lexicalización de los acrónimos es un proceso gradual, que se ve favorecido por la progresiva debilitación en la conciencia del hablante de su originaria condición de siglas.
Por ello, resulta normal y frecuente que convivan en el uso durante un tiempo las grafías completamente en mayúsculas con grafías en minúscula: MININT o Minint. (Depto. Lingüística, ILL)
Rodrigo D. Rodrçiguez Angulo preguntó:
La Ortografía de 2010 (p. 509-511) establece que, como ocurre en otras lenguas, las mayúsculas se emplean también en nuestro sistema ortográfico para formar siglas, abreviaciones constituidas por las letras iniciales de los elementos que integran ciertas expresiones complejas, por lo general nombres de entidades o denominaciones fijas propias de la terminología de distintos ámbitos (científico, administrativo, etc.): ONU (sigla de Organización de las Naciones Unidas), FMI (sigla de Fondo Monetario Internacional), ADN (sigla de ácido desoxirribonucleico), CD (sigla del inglés compact disc), IVA (sigla de impuesto sobre el valor añadido).
Su escritura característica enteramente en mayúsculas, con independencia de cómo se escriba la expresión compleja a la que reemplazan, permite distinguir con claridad las siglas del léxico común, como se pone de manifiesto en las siguientes oposiciones: AVE (sigla de alta velocidad española) frente a ave ('animal con pico y plumas'); USO (sigla de Unión Sindical Obrera) frente a uso ('acción de usar' y 'hábito o costumbre').
Las siglas que no son pronunciables como palabras y tienen que leerse, en todo o en parte, deletreando sus componentes deben mantener siempre su escritura en mayúscula: FBI (éfe-bé-í], DDT (dé-dé-té], PSOE (pé-sóe].
En cambio, aquellas que se leen como se escriben (OTAN, UNESCO, UCI, IVA, etc.), denominadas más específicamente acrónimos, pasan a convertirse, en muchos casos, en palabras plenas y se lexicalizan, bien como nombres propios, caso en el que mantienen la mayúscula en la inicial (Mercosur, Unesco, Unicef), bien como nombres comunes, caso en el que pasan a escribirse enteramente en minúsculas (uci, mir, ovni, radar, láser).
Prueba de su conversión en palabras plenas es que, en muchos de estos casos, los hablantes no son ya capaces de recuperar la expresión compleja originaria. Como evidencia alguno de los ejemplos anteriores, a menudo no solo se utiliza la primera letra, sino el segmento inicial de uno o varios componentes de la expresión compleja para propiciar que la sigla pueda leerse como si fuera una palabra, pasando así a convertirse en un acrónimo: AENOR (de Asociación Española de Normalización (y Certificación]), FOGASA (Fondo de Garantía Salarial), Mercosur (de Mercado Común del Sur). Esa es también la razón de que algunos acrónimos incorporen elementos de la expresión compleja que normalmente no se tienen en cuenta en la formación de siglas, como las preposiciones o las conjunciones: BOCYL (Boletín Oficial de Castilla y León), CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia Y Tecnología). Aunque las siglas y los acrónimos no lexicalizados se escriban enteramente en mayúsculas, las expresiones desarrolladas llevarán las mayúsculas y minúsculas que les correspondan por su naturaleza.
Así, las expresiones que subyacen a las siglas INTA o BCE se escriben con mayúscula inicial en todos sus componentes significativos por tratarse del nombre de instituciones: Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, Banco Central Europeo; en cambio, se escriben con minúsculas las expresiones que no se inscriben dentro de ninguno de los casos en que las normas prescriben el uso de mayúsculas: su Cl, pero su coeficiente (o cociente) intelectual; el DNI, pero el documento nacional de identidad; las TIC, pero las tecnologías de la información y la comunicación. (Depto. de Lingüística)