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De 31 medallas «peleadas» y otras hazañas

Los deportes de combate continuaron demostrando en Santiago 2023 que son la base fundamental a la hora de aportarle medallas a Cuba en eventos multideportivos

Autor:

Enio Echezábal Acosta

Los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 cerraron para Cuba con resultados llenos de matices que tocará leer y analizar a consciencia para hacer las modificaciones pertinentes y continuar mejorando de cara a las próximas citas deportivas de relevancia.

No obstante, más allá de lo que subyace tras cada actuación individual o colectiva de los atletas del patio, una cosa quedó más que clara: este país es de combate. Así lo ilustran las 16 medallas de oro, ocho de plata y siete bronces obtenidas en deportes de este tipo, cifras que, en el caso de los títulos, representan más de la mitad de los ganados por nuestra delegación en la cita efectuada recientemente en la capital chilena.

Nuevamente la lucha fue la que tiró del carro con sus ocho preseas de oro, cinco subtítulos y tres bronces, cifras que llevaron a los gladiadores de uno y otro sexo a conseguir el liderato de su disciplina de la tabla por países. 

El mejor palmarés fue para la modalidad grecorromana, en la cual se impusieron Luis Orta (67 kg), Gabriel Rosillo (97 kg), Oscar Pino (130 kg) y Daniel Gregorich (87 kg), e igualmente se colgaron un premio en el pecho Kevin de Armas y Yosvanys Peña, plata en 60 kilos y bronce en 77, por ese orden.

Nota aparte fue lo de Orta, quien no solo mejoró su bronce de Lima 2019, sino que a la vez obtuvo la última corona que le faltaba a su currículo en eventos importantes del ciclo, luego de vencer en Juegos Olímpicos (2021), Campeonato Mundial (2023) y Juegos Centroamericanos y del Caribe (2014 y 2023).

Por otra parte, en el estilo libre llegaron a lo más alto del podio dos que ya habían tocado la cima hace cuatro años: Alejandro Valdés (65 kg) y Yurieski Torreblanca (86 kg), a quienes se unieron esta vez como campeonas las estelares Yusneylis Guzmán (50 kg) y Milaimy Marín (76 kg), dupla que con sus actuaciones reafirmó —si es que había duda alguna— el crecimiento constante y ascendente de la lucha femenina en la Mayor de las Antillas.

Además de esos trofeos, los libristas celebraron los subcampeonatos  de Arturo Silot (97 kg), Laura Herin (53 kg), Franklin Marén (74 kg) y María Santana (62 kg), y también los terceros lugares de Ángela Álvarez y Osmany Diversent, ambos en 57 kilos. 

Tanto fue el dominio de los cubanos en los colchones, que estuvieron a solo dos podios de conseguir el pleno en las 18 divisiones en competencia. Solo regresaron a casa sin medallas los jóvenes Ibrahim Torres (125 kg) y Brenda Sterling (68 kg).

Si bien les fue a los cracks de la lucha, grande también fue la cosecha de los representantes de la Isla en el judo (6-0-1), válida para que se ubicaran en el segundo escaño por países, justo por detrás de Brasil (7-3-6), potencia donde las haya.

Sobre los tatamis se coronaron esta vez Maylín del Toro (57 kg), Idalys Ortiz (+78 kg), Iván Silva (90 kg) y Andy Granda (+100 kg), todos dorados en Lima 2019. A ellos se sumó la prometedora debutante Idelannis Gómez (70 kg) y el enorme triunfo del equipo mixto. También sumó sobre los tatamis un solitario bronce de Orlando Polanco (66 kg)

Los títulos de Arlen López (80 kg) y Julio César La Cruz (92 kg), más el segundo lugar de Saidel Horta (57 kg) y el tercero de Fernando Arzola (+92 kg) le dieron al boxeo solo para ubicarse en el tercer lugar por países, por detrás de Brasil (4-5-3) y Estados Unidos (2-2-2).

Por debajo de lo esperado quedó el tricampeón del mundo y panamericano Lázaro Álvarez (63.5 kg), quien por primera vez en su larga carrera se fue sin medallas en una cita de este tipo.

En el caso de este deporte hay que decir que, por una parte, el nivel competitivo fue bastante alto, y también que parte del elenco que viajó a la urbe sudamericana estuvo integrada por jóvenes talentos como Alejandro Claro (51 kg), Legnis Calá (57 kg), Arianne Imbert (66 kg) y Jorge Cuéllar (71 kg), todos con bastante margen de mejora.

Aunque no son de los que más destacan en citas continentales, el karate y el taekwondo hicieron su aporte al medallero con par de platas e igual cantidad de bronces, respectivamente, muy valiosos.

Los sustítulos se los llevaron Brayan Díaz (60 kg) y Baurelys Torres (55 kg), a la vez que anclaron en la tercera plaza Kelvin Calderón (80 kg) y el equipo femenino integrado por Arletty Acosta, Frislaidis Martínez y Marlyn Pérez, en ambos casos dentro de la lid de kyorugi o combate.

A menos de un año para la cita olímpica de París 2024, los deportes de combate se presentan como la caballería del movimiento deportivo cubano, no solo porque de allí pudiera provenir la mayor cantidad de medallas, sino por el talento y futuro que se les ve a sus atletas. Que siga siendo así es una de las grandes responsabilidades que se manejan al interior del Cerro Pelado.

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