Como algo natural, que no vale la pena darle muchas vueltas, asimiló el equipo cubano su derrota de este martes ante la India en la primera edición de la Olimpiada de ajedrez para personas con discapacidades, que comenzó el pasado lunes en Belgrado, capital de Serbia. Esa debe ser la mentalidad, sobre todo cuando se trata de torneos de corta duración, como en este caso. Sacudirse rápido el polvo y continuar la marcha por lo general trae buenos resultados.
Sin ir muy lejos, el plantel antillano puede dar fe de lo anterior, tras su éxito este miércoles en la tercera ronda frente al elenco de Rumanía, casualmente con puntuación de 3-1, la misma con que venció a Montenegro y perdió contra los indios. Ojalá, en lo que resta al certamen, se mantenga ese marcador en favor de los nuestros.
En la más reciente fecha el primer tablero de la isla, el capitalino Pedro Morales, venció con piezas blancas a Mihai Bursuc, y el santiaguero Carlos Larduet igualmente sonrió, con trebejos oscuros, ante Mihail-Dacian Pribeanu. En empate terminaron los duelos entre el habanero Alberto Interian e Ionel Morariu y la indómita Idalis Batista y Mihai Dima.
«Puedo decirte que se ganó relativamente fácil, no muy tarde se garantizó la victoria, aunque el match se acabó a las cinco horas de juego, pues el enfrentamiento de Idalis se extendió mucho. Pedro, como defensor de la primera mesa, sigue fuerte, él tiene muy buen nivel, es Maestro Internacional. Larduet mostró su técnica y ganó sin grandes complicaciones, y Batista e Interian cumplieron con sus tablas. El torneo está parejo, solo tres equipos han vencido en los tres matches y luego le siguen un pelotón con varios colectivos empatados. Aquí lo importante es no perder», declaró a Juventud Rebelde, desde la sede, el capitán Rodney Pérez.
Cuba aparece en el noveno escaño, con cuatro unidades, y este jueves, en la cuarta ronda —son seis en total—, se medirá con Bangladesh, igualmente con un cuarteto de rayitas.