El pinareño de los Dragones de Chunichi resulta una carta de lujo para Cuba de llegar con ventaja al último tercio de los partidos. Autor: dragones.jp Publicado: 24/05/2021 | 09:22 pm
De los 26 jugadores que Cuba debe llevar al preolímpico de Florida, diez estuvieron en los Juegos Panamericanos de Lima y 15 repiten del pasado Premier 12, dos lides de 2019 en las que nuestro país no enseñó buen béisbol. Más o menos, es la misma base, y esta competencia se presume más difícil que aquellas.
En juego está el cupo olímpico, ya sea el directo o el pase a la última justa, que ahora es más asequible con el traslado del clasificatorio de Taipéi de China hacia México, debido al rebrote por aquellos lares asiáticos de la pandemia.
Lo ideal, se sabe, sería ganar en Florida. Sin embargo, un segundo o tercer lugar podría calificarse de muy buen resultado. Incluso, quedar fuera del podio y despedirse del sueño olímpico no debería interpretarse, per se, como un descalabro, si se entregó todo sobre el terreno.
Como es un campeonato breve y en Estados Unidos, los demás conjuntos han sumado, además de ex Grandes Ligas, a jugadores de ligas menores, una posibilidad que también hubiera tenido Cuba si Donald Trump no hubiera congelado la implementación del acuerdo entre MLB y la Federación Cubana de Béisbol.
La fortaleza de la selección que dirigirá por primera vez Armando Ferrer radica en su pitcheo, sobre todo, en el bullpen, con hombres como Liván Moinelo, Raidel Martínez y Andy Rodríguez, posiblemente el mejor trío de cerradores en el torneo.
Si los abridores aguantan seis innings con trabajos de calidad y los bateadores les dan ventaja en el marcador, Cuba puede firmar éxitos. Por el formato de la competencia, prácticamente todos los resultados deciden en la ubicación final.
Por fuentes que conocen las características de los estadios donde se jugará, supimos que de día el aire suele batir en contra de los bateadores y por la noche los ayuda. Ese dato hay que tenerlo en cuenta a la hora de articular el lineup, aunque visto lo hecho por los últimos combinados insulares, armar una alineación de buen tacto y hábil entre las bases, apunta a ser más efectivo que apostar al gran batazo.
Paciencia y disciplina en el home plate continúan siendo asignaturas pendientes para la mayoría de nuestros bateadores, que a la hora buena tampoco han sido exactos en la ejecución de los fundamentos de juego: conectar por detrás de corredor, elevar la bola para empujar carreras, entre otras acciones que dependen mucho de la preparación antes de cada turno.
Después de conquistar tres medallas de oro y dos de plata en Juegos Olímpicos, Cuba iría a una prueba muy difícil a partir del 31 de este mes en Florida. Hasta en términos sicológicos el equipo se ha visto más presionado que el resto debido al asunto del visado, que al cierre de esta edición aún no se había entregado.
Saben, además, que la afición cubana es muy exigente. Pidámosle a los muchachos que jueguen bien, sueltos, alegres. Esa es la base para ganar. A fin de cuentas, el béisbol también es un deporte.