Pedro como la mayoría le llamaba, contribuyó de manera decisiva a forjar no solo la escuela cubana de este deporte, sino también a brillantes atletas. Autor: Tomado de Jit Publicado: 27/07/2018 | 06:38 pm
BARRANQUILLA, julio 27. — EL Movimiento Deportivo cubano y su delegación asistente a los 23eros Juegos Centroamericanos y del Caribe lamentan hoy el deceso en La Habana del profesor Pedro Val Balgueiras, uno de los más grandes entrenadores de la lucha a nivel mundial, informó hoy el sitio web Jit.
Pedro, como la mayoría le llamaba, se desempeñó como preparador de los equipos nacionales de la Isla desde 1975, y contribuyó de manera decisiva a forjar no solo la escuela cubana de este deporte, sino también a brillantes atletas que dejaron su huella en los colchones más excelsos del planeta.
Resultados de su abnegada labor lo constituyen íconos de esta disciplina como Héctor Milián, Filiberto Ascuy y Mijaín López, campeones olímpicos a partir de la década de los años noventa del pasado siglo.
Fue merecedor de diversos premios y reconocimientos en Cuba y el exterior, con destaque para la condición de mejor entrenador del mundo en el 2010, otorgada por la entonces Federación Internacional de Luchas Asociadas (FILA).
Mantener por lustros la hegemonía de la lucha clásica cubana a nivel centrocaribeño y panamericano; y conducir al equipo tricolor al histórico triunfo sobre Rusia en el Mundial de Patras, Grecia, en 2001, algo sin precedentes, fueron algunos de los logros debidamente anotados en su hoja de servicios.
Las estadísticas en certámenes del orbe son también muy acertadas: entre 1982 y el 2017 nuestro país celebró 48 premios a ese nivel, la mayoría de los cuales pasaron por sus manos, por su inteligencia.
En citas olímpicas resultó un maestro en tema de victorias, pues en las siete ediciones celebradas entre Barcelona 1992 y Río de Janeiro 2016 sus pupilos reinaron en seis de ellas.
Llegue a sus familiares, amigos y compañeros no solo el pesar por la irreparable pérdida, sino el compromiso de que su obra seguirá adelante tal y como él deseó en vida.
Sus muchachos ya están en Barranquilla y de seguro escribirán con oros la mejor despedida de duelo posible. Val fue un ganador y así seguirá siendo.