Después de superar a Chile, Ecuador y Perú, el equipo juvenil cubano solo cedió ante las venezolanas de la misma categoría en el partido final
PINAR DEL RÍO.— Cuatro partidos en cinco días pudieran parecer poco, pero la cifra resultó trascendente para la escuadra femenina cubana de voleibol que ganó la medalla de plata en los III Juegos del ALBA.
Sobre el tabloncillo de la sala 19 de Noviembre, de esta ciudad, se asomó parte del futuro de nuestro voleibol femenino, con un equipo conformado por atletas juveniles y de la categoría cadete. Las muchachas solo cedieron en tres parciales frente a las juveniles venezolanas en el partido final.
Antes, las criollas habían transitado sin mayores contratiempos por el certamen, con triunfos sobre Chile, Ecuador y Perú, en todos los casos con pizarras de tres sets por cero. Así, más allá del tropiezo y el nivel de las rivales, las chicas dirigidas por Joel Olazábal aprovecharon al máximo la oportunidad de cara a sus próximos compromisos internacionales. Para ellas, las posibilidades de jugar frente a equipos foráneos no abundan últimamente.
«Después que logramos la clasificación para el Mundial juvenil, con el tercer puesto logrado en el torneo NORCECA del pasado año, muchas de las muchachitas no habían jugado juntas. Ellas fueron repartidas en diferentes equipos durante la pasada Liga Nacional», comentó Olazábal a JR después del último entrenamiento antes del juego final frente a las venezolanas.
El objetivo más próximo de estas chicas es el Mundial juvenil que se celebrará en julio en la ciudad azteca de Mexicali. Sin embargo, ya los estrategas tienen la vista puesta en los torneos regionales del próximo año, clasificatorios para los Juegos Olímpicos de la Juventud (2010) y el certamen universal de 2011.
«En estos momentos tenemos varias juveniles en la preselección nacional de mayores, las cuales deben llevar el peso del equipo mundialista. Por eso ha sido importante medir aquí el desempeño de las más jóvenes, nacidas en el año 1992, quienes tendrán la responsabilidad de luchar por el único boleto asignado a nuestra región para los Juegos Olímpicos de la Juventud», señaló el estratega cubano.
Los cuatro desafíos celebrados en tierras vueltabajeras evidenciaron el potencial de las cubanitas, algunas con un físico envidiable para su edad. Sin embargo, mucho les falta por andar en el deporte de la malla alta.
«Aunque siempre hay que corregir errores técnicos, la mayoría de las jugadoras cubanas llega a estas edades con buenas aptitudes para el ataque. Los problemas se dan en el pase. Esa es una preocupación. Después del Mundial habrá que trabajar mucho, porque las alternativas de futuras pasadoras no son amplias en estos momentos», sentenció Olazábal.