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Por obra y gracia de la lluvia y las calamidades del techo en el Ateneo Aurelio Janet, el baloncesto en Matanzas ha sido un calvario esta temporada. Ayer mismo, para no ir demasiado lejos, cayó otro chaparrón en la Atenas de Cuba y de nuevo los yumurinos se quedaron con las ganas de jugar.
Así, al concluir la segunda vuelta del Torneo Nacional de Ascenso, los matanceros suman siete triunfos en 12 presentaciones, pero debieron tener 16 salidas a la cancha. En cambio, Capitalinos (13-2) regresó a casa sin preocupaciones.
Mientras, en Vueltabajo no hubo contratiempos meteorológicos y los locales ahogaron a La Habana 92-90. De tal manera, pinareños y habaneros se abrazan ahora en el sótano de Occidente, con cuatro éxitos y 11 fracasos.
En la zona central, los «búfalos» avileños le ganaron el primer cuarto a Camagüey 25-8 y luego se dedicaron a trotar sobre el tabloncillo de la sala Cardín hasta vencer 57-52, según reporta el estadístico Benigno Daquinta.
Los tricampeones nacionales llegaron entonces a 15 sonrisas (solo han resbalado una vez) y parecen haberle tomado definitivamente el pulso al certamen. Por su parte, los «tigres» agramontinos (12-4) tendrán que volver a afilar sus colmillos, pues aún es temprano para festejar.
Sobre todo, porque los «lobos» de Villa Clara (8-8) mordieron 89-75 a Cienfuegos (2-14) y continúan avanzando.
Y por el Oriente, Granma (2-13) le aguó la fiesta a Las Tunas (7-7), con categórico marcador de 100-91. Pero la nota la dio Santiago de Cuba (10-4), al sacar «un conejo del sombrero» y vencer 71-70 a Guantánamo (11-5) en el último segundo.
