Uwe Tröschel ama tanto a los perros San Bernardo que quiere hacerles un museo. Para eso decidió recaudar dinero de un modo particular: puso en venta su cara… para hacer publicidad. Dividió su rostro en varias partes y a cada una le puso un valor: 2 000 euros por el área de la nariz, 20 000 por cada mejilla, 5 000 por el mentón... El anunciante que quiera pagar esos valores podrá ver de por vida tatuado el logo de su compañía en la cara de Uwe.