Raíz cuenta la historia de Caleb, un joven rebelde y atormentado que quiere ser bailarín, desde un pueblo rural Autor: Cortesía de Yul Martínez Publicado: 07/04/2025 | 09:55 pm
Yul Martínez llegó a Radio Progreso en 2010, un destino que él mismo considera azaroso, después de haber formado parte de colectivos teatrales en Santiago de Cuba, Matanzas y La Habana. Guiado por el director de programas dramatizados, Héctor Pérez Ramírez dio sus primeros pasos como actor de radio y descubrió que la voz es un instrumento capaz de crear innumerables imágenes. Más tarde, Iván Pérez lo orientó hacia la escritura, lo que marcó el inicio de un proceso revelador, al desempeñarse como actor y guionista.
La confianza de sus maestros se vio recompensada cuando el joven recibió varios premios, entre ellos los premios Caricato y Antonio Lloga in memoriam como actor, y dos premios Caracol como guionista, entre otros reconocimientos. A este recorrido se sumó su debut en la dirección radial, al graduarse en la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual.
El realizador combinó los conocimientos radiales con la visualidad, al utilizar un elemento compartido por ambos medios: la magia. Con este impulso, escribió para varios proyectos televisivos y se inició como director en el Grupo Creativo Infanto-Juvenil de la Televisión Cubana, hasta concebir y dirigir el telefilme Raíz, que se estrenará próximamente en el espacio Una calle, mil caminos.
Raíz narra la historia de Caleb, un adolescente rebelde y atormentado que vive en un pueblo rural. Sueña con ser bailarín y, cuando tiene la oportunidad de materializar su anhelo se debate entre forjar una carrera artística o corresponder a su familia.
Sobre el título de la obra, Yul Martínez comenta: «La raíz es un símbolo de conexión. La historia gira en torno a eso: la conexión con tu tierra, con las personas que amas, contigo mismo. Con esos seres de luz que llegan a nuestras vidas sin un porqué, pero con muchos “porqués”».
Yul, en primer plano durante la filmación, se hizo acompañar por un equipo que califica como «profesionales con una sensibilidad tan grande como su talento». Foto: Cortesía de Yul Martínez
En cuanto a los personajes, el guionista y director señala: «Hay un factor común que envuelve a los protagonistas de la historia: el caos. A todos, con sus matices, los persigue esa aura. A pesar de ello, el enfoque de la obra es optimista y evita los lugares comunes. Sigue la premisa de que, si no podemos cambiar una situación que nos causa dolor, al menos podemos escoger cómo afrontarla, y reverenciar a quienes, desde el amor auténtico y sin vínculo
sanguíneo, nos apoyan».
El realizador se propuso narrar el complejo mundo interior del protagonista, a través de una puesta en escena en la que predominan los planos cerrados, las sombras y la cámara en mano, acompañados por la electrizante y frágil banda sonora creada por Rubén Barsaga.
Para concretar su sueño, contó con René Macía como director de Fotografía, Legna Oreja Sánchez en la Dirección de arte, y Yanet Mayén en la Producción. Se trata de un equipo que el director califica como «profesionales con una sensibilidad tan grande como su talento».
«Si de algo estoy satisfecho es de que todos hicieron suya la historia desde la raíz», afirma.
Ante las cámaras debutan Darío Rivero, Antuanet Medina, Mariam Muñoz, Adis Ortega y David Alejandro, quienes comparten elenco con los consagrados Néstor Jiménez y Yazmín Gómez.
Según Yul, la búsqueda de locaciones fue un proceso arduo. Al tratarse de una historia que se desarrolla en un pueblo rural, debían encontrar un lugar que reuniera esas características, por lo que seleccionaron escenarios en El Cano, el Parque Lenin, la terminal de Villanueva y la sala Adolfo Llauradó.
En las grabaciones, Martínez recordó el refrán: «Una cosa es con guitarra y otra con violín», al enfrentarse a la tarea de trasladar el guion al set. Reconoce que el guion literario es una herramienta que puede sufrir transformaciones durante el rodaje por diversas razones. Su doble función como director y guionista le permitió hacer ajustes sin sacrificar la esencia de la obra ni herir sensibilidades.
Este joven prolífico y tenaz no pierde de vista su propósito de seguir escribiendo para la radio y la televisión. Su objetivo es continuar en el camino de la dirección de dramatizados, una senda en la que siempre recordará su raíz. (Tomado del portal de la Televisión Cubana)