Caerle a mordiscos a las medallas y los trofeos se ha puesto de moda en el mundo del deporte. Al mejor estilo del español Rafa Nadal —pionero en esto de las mordidas—, el alemán David Möller clavó sus dientes en la medalla de plata que acababa de conquistar en la prueba de «tobogán» de los Juegos Olímpicos de invierno de Vancouver… ¡y se rompió el incisivo superior! ¿Será que las medallas olímpicas son más duras que los trofeos de los Grand Slam de tenis?