Una empresa de cremación fue llevada a los tribunales por una familia en Nuevo México, EE.UU., porque la compañía se equivocó y envió a los familiares de una anciana fallecida una bolsa de objetos personales y otra con el cerebro de la abuelita.
El macabro descubrimiento se produjo luego de que el paquete pasó una noche en el auto por olvido de los familiares y el olor fétido lanzara la alarma.