Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Tiempo de Perros

Perros, gatos y otros animales de compañía son las «víctimas silentes» de la crisis económica. En Estados Unidos, las mascotas están siendo abandonadas, incluso dentro de las viviendas cerradas por quienes no pudieron pagar rentas o deudas. Algunos le llaman «proceso de venganza», pues dejan a esos animales que no pueden mantener, para que defequen, orinen, y destruyan el mobiliario, haciendo difícil que las compañías hipotecarias puedan limpiar el lugar. Se estima que cada día se cierran 8 000 casas y ello significa entre 15 000 y 26 000 animales más en peligro de perder también su hogar. Según la Sociedad Norteamericana de Prevención de la Crueldad con los Animales, entre 500 000 y un millón de perros y gatos se convertirán en homeless en ese país. Tiempos duros para la gente, peores para las mascotas...

Beber medio vaso de vino al día puede ser suficiente para incrementar la expectativa de vida en cinco años, al menos en hombres, según sugiere una investigación publicada en el Journal of Epidemiology and Community Health. Los autores holandeses del estudio pesquisaron un total de 1 373 hombres, seleccionados al azar, cuya salud cardiovascular y expectativa de vida a los 50 años fueron monitoriadas repetidamente entre 1960 y 2000, junto con la cantidad de alcohol y de qué tipo tomaban. Resultado: un consumo ligero de alcohol de cualquier tipo —unos 20 gramos al día— extendía la vida alrededor de dos años extra en comparación con los que no tomaban; pero entre quienes empinaron bien el codo se redujo la esperanza de vida. Sin embargo, para los hombres que solo tomaban vino, pero solo medio vaso al día, la esperanza de vida se alargó en 2,5 años respecto a los cerveceros o tomadores de bebidas de alta graduación, y casi cinco años frente a los que no tomaban alcohol. Así que ni muy, muy, ni tan, tan.

Un estudio hecho en Brasil, que revela cómo los ladrones burlan las más obvias medidas de seguridad y cuáles son sus preferencias «profesionales», ha servido para lanzar llamativos productos como bolsos, ropa, muebles y hasta casas antirrobos, en un proyecto llamado «diseño contra el crimen», desarrollado conjuntamente por la policía y la escuela profesional de la industria del Estado de Paraná. Algunas conclusiones rompen creencias clichés: el 71 por ciento de los delincuentes prefiere robar casas con muros altos, donde entran sin ser vistos y actúan con más tranquilidad; robar a hombres y no a mujeres porque estas tienden a gritar o atacar. De la psicología de los casi 300 ladrones entrevistados surgieron prototipos de chaquetas y pantalones con bolsillos en lugares improbables, bolsos con refuerzos invisibles, casas que no llaman la atención y mobiliario público con accesorios que resguardan la cartera sin perder el «atractivo» diseño.