Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El pelo cuesta. Esa es la realidad a la que, según un tribunal alemán, deberán acostumbrarse los calvos del país europeo. Según Reuters, una corte del estado de Renania-Palatinado rechazó la petición de un hombre que solicitó que la sanidad pública le pagara el costo de su peluca. A su demanda, el individuo fue informado de que el Estado solo ayuda en ese sentido a mujeres y a menores de edad afectados por la calvicie, por lo que, «si le molesta el sol o el frío, ¡consígase un sombrero!».

Octi puede abrir botellas llenas de carne de cangrejo y jugar con las personas, quienes aseguran que tiene, además, un magnífico carácter. «Ah, claro: seguro que es un mono». Pues no: es una hembra de pulpo, y vive en el Acuario Nacional de Nueva Zelanda. Cuando la capturaron, hace tres meses, sus cuidadores se dieron cuenta de inmediato de su carácter afable y de su destreza, y en los intentos por mantenerla entretenida, descubrieron sus habilidades. «También se lanza desde la parte superior del tanque donde ahora vive y tira agua a los cuidadores», dijo un trabajador. ¿Por qué no le entregan una guitarra, a ver qué pasa?

Y volvemos a hablar de animales, pero en Escocia. Allí las leyes que los protegen prohíben, entre otras cosas, retirar nidos de pájaros de los techos, aunque perjudiquen a los residentes. Pues bien, como la cosa no es buscarse líos, algunos se las han ingeniado para deshacerse de los pajaritos: junto al nido, aunque sin tocarlo, colocan algunos trozos de excremento de leones y tigres, del zoológico de Stirling. El remedio es instantáneo: ante semejante convivencia, que desprende un olor demasiado penetrante y desagradable, no hay gorrión que aguante, y ¡zaz!, se muda cuanto antes. ¿Funcionará con humanos?