Omara nos tiene acostumbrados a sus medallas de oro. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 05/09/2024 | 09:54 pm
A alguien que dejó ver que era un entendido en materia de atletismo, pero casi un neófito de la vida, le escuché decir en una improvisada tertulia deportiva de jueves: «No sé por qué tanto asombro con las medallas de oro de Omara Durand, si eso se sabía desde antes de que comenzaran los Juegos Paralímpicos de París. Han hecho noticia de algo que no lo es». Y tuve que reír en mi interior.
Es decir, conseguir la décima medalla de oro en paraolimpiadas no es motivo de titulares, o lo que es lo mismo, ser una «fuera de serie» en el atletismo no le da derecho a convertirse en noticia. Es como afirmar algo parecido en los tiempos de Usain Bolt. ¡Le zumba el merequetén!
La santiaguera, después de cumplir en 2022 con un año sabático, desde su reincorporación ha sido de nuevo la reina de las pistas de la categoría T12 (débiles visuales profundos). No solo gana, sino que lo hace con ostensibles diferencias.
Porque en el Mundial de París de 2023 también dejó claro quién manda en la prueba, pues triunfó en 100 metros (11,62 segundos), 200 (23.07) y 400 (52.82). Y casi nada: ya suma también 14 títulos en esas lides planetarias.
Pero esas medallas no se regalan ni se conquistan solo con talento. Hay que cumplir también con este concepto que ella misma hizo público años atrás: «mi primera inspiración es el amor que siento por el deporte y los deseos de mejorar. Todos los días me trazo metas y la más importante es ganar hasta el final de mi vida como atleta».
A la Durand, y a su guía Yuniol Kindelán, les resta completar el triplete cuando compitan en la prueba de 200 metros, en la que también saldrá de favorita. Y aun cuando «el alguien de la improvisada tertulia deportiva» sostenga que los favoritos no son noticias, decenas de miles de cubanos estaremos ese día comiéndonos las uñas de emoción.
Esta debe ser su adiós a la vida deportiva. Ya lo adelantó en una entrevista: «Me da nostalgia cuando pienso en ello. Correr es lo único que he hecho en mi vida». Ese día también estaremos con ella.
Otros cubanos en París
Como todas las grandes citas deportivas, cuando concluya esta en la Ciudad de la Luz habrá que contar las hazañas y sus interioridades, como la del holguinero Ulicer Aguilera en el lanzamiento de la jabalina (F13), quien a pesar de presentar una ruptura miofibrilar del músculo soleo de la pierna izquierda, envió el dardo hasta los 62,51 metros y mereció la medalla de bronce. Por eso, disculpen esta filosofía barata: hay medallas y medallas.
Con un disparo de 10,30 metros, Noraivis de las Heras se ubicó en el octavo lugar en la impulsión de la bala (categoría F64) y con ello fue merecedora del diploma paralímpico, que suma a sus medallas en Atenas 2004 y Río de Janeiro 2016.
Su marca ahora en París fue la mejor de ella en el presente año y esto le da un mayor valor a ese octavo escaño.
La veterana, que cumplirá 60 años en este septiembre, dijo a la prensa: «Ya son varios Juegos Paralímpicos y mantenerme entre las mejores durante tanto tiempo también es muestra de mi esfuerzo y el de mis entrenadores, con quienes estoy muy agradecida, como lo estoy con Fidel por esa hermosa obra que nos permitió triunfar en el deporte y en la vida».
Con la plata en tenis de mesa, actuación inédita, Yunier Fernández va hoy por el título en la categoría SM1. Tras asegurar su pase a la final, dijo al enviado especial de Jit: «Es un sueño cumplido, aunque pretendemos seguir mejorándolo para lograr el objetivo de coronarme y encumbrar una carrera bastante larga y de mucho sacrificio».