Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Pantalla chica, retos gigantes (+ Videos e Infografías)

Con audiencias entre el 77 y algo más del 92 por ciento, la televisión se ratifica como el medio que más se utiliza durante el tiempo libre de la población, sobre todo en los meses de verano, pero no debemos conformar con esas cifras. Los estudios de audiencias también dicen que lo nuevo fue insuficiente y poco atractivo. Interesados en conocer los desafíos que enfrenta la pantalla chica, Juventud Rebelde diálogo con Fe Maité Herryman Romero, directora de Contenido y Programación de la Televisión Cubana

Autor:

Yuniel Labacena Romero

A juzgar por quienes más pudieron disfrutar de la programación especial que preparó la Televisión Cubana para los meses de verano, esta sigue dejando de tener el impacto de hace algunos años. Según el público, el más exigente evaluador, fueron pocos los nuevos programas, se repitieron las lógicas de años anteriores y existieron espacios poco atractivos para el entretenimiento.

¿Por qué volvió a suceder esto? ¿Cómo se comportó la programación? ¿Cuáles son los desafíos que tiene nuestra televisión? Con esas y otras interrogantes en agenda, dialogó Juventud Rebelde con Fe Maité Herryman Romero, directora de Contenido y Programación de la Televisión Cubana.

«Sin duda, la difícil situación económica por la que atraviesa el país ha tenido sus efectos en la programación televisiva del verano 2024, en tanto la producción y realización de nuevos espacios de producción nacional se vio limitada de forma considerable».

No obstante, añadió que los diferentes canales se propusieron diseños de parrillas con el objetivo de que el sistema televisivo cubano pudiera ofrecer un balance adecuado de temáticas, contenidos, así como la atención de los públicos en los distintos horarios y canales, todo este esfuerzo en aras de lograr satisfacer expectativas de los televidentes.

«Se constata un elevado uso de la televisión tanto nacional como territorial durante esta etapa, partiendo del hecho de que entre el 71,6 por ciento y el 95,9 por ciento de la población encuestada por el Centro de Investigaciones Sociales del Instituto de Información y Comunicación Social, refiere haberse expuesto en algún momento al medio televisivo de lunes a domingo.

«Las carencias tecnológicas y los precios inflacionarios atentaron contra la puesta de marcha de algunos proyectos, que a la postre se decidió aplazar y consolidar con la idea de que, una vez sea posible llevarlos a pantalla, tengan mejor calidad.

«Con aciertos y desaciertos, con oportunidades de unos y limitaciones para otros, la programación de verano conectó en gran medida entre los espacios de nuevas propuestas, los esperados, los no esperados e incluso nos retroalimentamos de los espacios fallidos para futuras experiencias», significó.

—¿Cómo se organizó la programación televisiva del verano que concluyó?

Para elaborar la programación televisiva de la etapa estival que concluyó se tuvo en cuenta las necesidades, intereses y expectativas de los televidentes y resultados de las evaluaciones del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) de programaciones similares de años anteriores. También la huella de las limitaciones y condiciones productivas, así como la muy alta exposición a otras opciones televisivas por parte de los televidentes.

«Además, se tuvo en cuenta los recursos y condiciones internas para garantizar la producción y trasmisión de programas nacionales y extranjeros en el caso de los principales eventos nacionales e internacionales, los lineamientos para el trabajo de la radio y la televisión, así como el lugar que ocupa esta última en el empleo del tiempo libre de la población y la limitación de las opciones recreativas que el país puede organizar en el contexto actual.

«Esta fue una programación con dinámicas entre lo deportivo, seriado, cinematográfico, y otros géneros que aportaron consustancialmente a las propuestas en cada emisión. No dejamos de reconocer que el verano estuvo marcado por los cortes de fluido eléctrico que han afectado diariamente y por largos márgenes de tiempo a los hogares, sobre todo, fuera de la capital, lo cual incide en el consumo televisivo».

—Muchos televidentes aseguran que a la programación le sigue faltando atender las demandas de la amplia diversidad de públicos que tienen nuestra sociedad…

—Siempre tratamos de lograr cumplir todas las demandas. Este año el horario matutino fue destinado fundamentalmente a los niños en edad preescolar y escolar por Cubavisión y Multivisión. Además, el Canal Educativo dedicó a este grupo etario el inicio de sus tardes y también Cubavisión, incorporando a adolescentes y jóvenes de manera escalonada.

«Se mantuvo la tira vespertina en su primer segmento (2:00 p.m. a 4:00 p.m.) con producciones que priorizaron a los públicos joven y adulto por Cubavisión, y desde las 4:00 p.m. en adelante por el Educativo. El canal Multivisión ofreció variadas propuestas dirigidas también a los públicos joven y adulto a partir de la 1:00 p.m. La tira nocturna estuvo dirigida esencialmente al público adulto (19 años y más), aunque con productos capaces de captar la atención de otros segmentos de televidentes».

—En su opinión, ¿qué es lo significativo en estos meses?

—Este verano tuvieron lugar tres eventos deportivos internacionales de gran convocatoria: la Copa América, la Eurocopa y los Juegos Olímpicos París 2024. Se brindó un seguimiento especial a la participación de la delegación cubana presente en esa cita deportiva, lo cual reanimó sobremanera la oferta del canal Tele Rebelde. Además, se realizaron las transmisiones de la Serie Nacional de Béisbol y los Juegos Escolares Nacionales.

«La cobertura de estos eventos se tradujo en un aumento considerable de la teleaudiencia de este canal que, aunque permanentemente es consumido sobre todo entre el público masculino, ante este tipo de eventos suele incorporar más mujeres de las que habitualmente pueden consumirlo y también receptores de diversas edades.

«Estas transmisiones constituyen uno de los resultados más significativos del verano, lo que se constata por las elevadas cifras de audiencia registradas. Esto ubicó al canal Tele Rebelde como el segundo más visto en esta etapa».

—¿Cómo se ha caracteriza el consumo de la televisión nuestra en los últimos tiempos? ¿Cuáles fueron sus mayores atractivos esta etapa estival?

—En los últimos tiempos el consumo de la televisión se ha caracterizado por el predominio de programas de audiencias moderadas o bajas, la reducción de los programas que logran resultados significativos en términos de teleaudiencia y el desaprovechamiento del auditorio potencial más visible en horario nocturno, una situación que no ha podido ser revertida ni modificada apreciablemente durante el verano.

«En tal sentido solo pueden citarse como estrenos descollantes en términos de teleaudiencia: Vivir del Cuento, Tras la Huella y novela Renacer. También pueden destacarse, Mi película favorita y Una calle mil caminos. Este año se aplicó la novedad de lanzar una encuesta de selección para los televidentes, que, propició la retransmisión de la emisión más votada como cierre del verano en el caso de Una calle mil caminos, y la inclusión del filme con más votos alcanzados en Mi película favorita.

«Solo se mencionan estos programas, ya que se transmiten por Cubavisión, que es el canal que alcanza audiencias máximas, considerablemente superiores a las del resto de los canales, lo cual no quiere decir que no existan otras propuestas que hayan logrado ser notables dentro de sus canales».

—¿En qué horarios se vio más televisión en este verano?

—Según los resultados del CIS y cómo se vio la televisión en el verano, con audiencias entre el 77 y algo más del 92 por ciento, se ratificó como el medio que más se utiliza durante el tiempo libre de la población. En la noche es donde más se ve, porque está relacionado con el auditorio potencial y los hábitos de vida. En este verano se lograron audiencias significativas en las tardes con los Juegos Olímpicos por Tele Rebelde.

«Las mañanas, según los hábitos de vida son fundamentalmente para los adultos, mujeres que no trabajan; en las tardes se van incrementando los consumos a partir de las 5:00 p.m. cuando las personas regresan de las escuelas y los centros de trabajo, y en la sesión de la noche, y sobre todo, en el llamado horario estelar, de 8:00 a 10:00 p.m.».

 —Lo dramatizado, en especial las telenovelas, continúan siendo muy apreciadas…

—Así es. Lo demuestran nuestras investigaciones. En este sentido, estuvieron presentes en este verano la telenovela cubana Viceversa seguida por Renacer y la extranjera Orgullo y pasión, las que registran audiencias medias relevantes con cifras que evidencian que continúan ocupando un lugar importante en la preferencia de los cubanos.

«En estos meses vale resaltar el regreso del siempre esperado policiaco Tras la Huella y el humorístico Vivir del Cuento, que junto a El Cuento y Una calle mil caminos logran acaparar siempre la atención de los diversos públicos. Se destacan también la trasmisión por Multivisión de la telenovela turca Eternamente y las retransmisiones de Tras la Huella (por el Canal Educativo) y las telenovelas de las tardes de Cubavisión Entre mamparas y Cuando el amor no alcanza».

—Y las series televisivas, los espacios para disfrutar de buenas películas, de musicales…

—En el caso de las series, se incorporaron nueve espacios en esta etapa especial, con propuestas de nacionalidades y géneros muy variados. El resto de los espacios habituales, sobre todo de adultos, reforzaron este tipo de programación con estrenos. Se trató en su mayoría de espacios que se han incorporado en años anteriores y que sumaron contenidos históricos, biográficos, de corte político, fantástico, entre muchos otros. Se contó con un total de 54 espacios de series que transitaron por los canales de alcance nacional. De ellos, 17 fueron infantiles y seis juveniles.

«También contamos para esta programación especial con 42 espacios de cine (diez de ellos de nueva incorporación a la programación habitual) en los diferentes canales de alcance nacional. A través de estos espacios transitaron durante la etapa estival un aproximado de 650 películas. El público infantil se vio especialmente atendido a través de ocho espacios de cine, distribuidos en casi todos los canales nacionales.

«En el caso de los musicales, Canal Clave preparó una programación especial para la familia cubana, incorporando incluso a su parrilla nuevos espacios televisivos: Donde la danza vibra, Flow (dedicado al rap) y Aireflamenco. Mientras, el resto de los canales mantuvieron sus ofertas habituales con emisiones de estreno adecuadas al verano y alguna que otra novedad».

—Los cubanos siguen miraron con lupa las propuestas del sábado en el horario estelar de Cubavisión. En este verano lo más ambicioso fue el programa Aquí con Roclan, que no se llevó los aplausos de muchos televidentes. ¿Qué valoraciones han hecho sobre este proyecto?

—La propuesta de este musical de participación con variedades estrenado por Cubavisión no logró satisfacer las expectativas que alrededor de ella se crearon, aun cuando se destaca por la adecuada selección de las personalidades de diferentes esferas invitadas al espacio.

«Si bien es cierto que muchos de los puntos esenciales del proyecto inicial no se mantuvieron, se hace necesario señalar que algunos elementos no funcionaron como se esperaba, lo que se revirtió en el rechazo de la oferta por una parte de los públicos. Ya se encuentra grabado un paquete de programas que se irán perfeccionando en la medida de los posible, teniendo en cuenta algunos de los elementos que no están funcionando».

—Hablemos del Canal Caribe, ¿cuál fue su rol dentro de la programación de verano? ¿Satisfizo las expectativas?

—Sí. Durante el período mantuvo su programación informativa destinada a todos los públicos. Sus principales espacios noticiosos: el Noticiero Estelar, Noticiero del Mediodía y la Revista Buenos Días, resultaron junto a las rondas de noticias y la Revista En Tiempo Real, plataformas para abordar los hechos más significativos en el panorama cubano y extranjero, así como la aproximación a las fechas históricas comprendidas en la etapa estival. 

«También debo referirme al Canal Cubavisión Internacional, el cual se ve 12 horas en Cuba. Es de destacar el crecimiento del multimedio y su impacto en las audiencias, los cuales se valoran como lo más importante de la programación de verano. Se transmitieron productos audiovisuales para las multipantallas nacionales e internacionales.

«El canal tuvo varios estrenos, entre ellos, Sueño olímpico, una revista diaria desde el 25 de julio y hasta el 11 de agosto realizada desde el escenario de los Juegos Olímpicos. Análisis deportivos para acompañar la actuación deportiva cubana en París 2024, puentes artísticos entre Cuba y Francia y las expresiones de solidaridad entre ambos pueblos. Se transmitía además por Canal Caribe, lo que tributó a las audiencias nacionales».

—Muchos padres y familias consideran que la programación destinada a los niños, adolescentes y jóvenes fue muy repetitiva. ¿Cuál es el criterio de ustedes desde la dirección de la Televisión Cubana?

—La programación fue positiva. Hay que decir que se mantienen los estándares de atención a públicos por grupo de edades a partir de los auditorios potenciales existentes en los diferentes horarios, lo cual contribuye de forma efectiva a la complementariedad. Se atendieron estos públicos desde casi todos los canales y en diferentes horarios.

«Cubavisión, por ejemplo, reestructuró casi toda su programación infantil con estrenos en colaboración con Colombia, Argentina, Chile, Perú. Algunos todavía están al aire. También para niños hubo cine todos los días en Multivisión en las mañanas y en el Canel Educativo en las tardes, además del programa de producción nacional y de estreno Pim Pam Bum. Canal Habana incluyó series infantiles (destaca Espartaco, doblada en nuestros estudios) y programas de producción propia como Fábulas en mi mochila y Piní Piní.

«Para adolescentes se produjeron paquetes nuevos de Asombroso y Como tú en Cubavisión. Por lo general, este público es el menos atendido directamente, pero se puede sumar a otras propuestas dirigidas a jóvenes. Se continuó con Estudio Reacción, Sala A+, Una calle mil caminos, por mencionar algunos también de ese canal. Además, el Canal Educativo estrenó La Caja y paquetes nuevos de sus espacios dedicados a este público.

Aunque desde casi todos los canales y en diferentes horarios se atendieron las propuestas para los más pequeños de casa, estas deben seguir ganando en atractivo y buena factura general. Foto: Roberto Suárez.

«También se estrenaron series para los jóvenes. Hubo un fortalecimiento de la programación infantil desde el grupo de animados de Cubavisión con notable presencia en la pantalla. “Mi tv” es una señal que también durante el verano atendió a los niños. Además, se realizaron producciones de conjunto con el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficas (Icaic).

«Otra cuestión relevante fue la inclusión, pues se incrementaron los programas para estas edades con presencia de niños y jóvenes intérpretes de lengua de señas y de un niño sordo conductor de un espacio que se expresó en su lengua natural. Se estrenó Do Re Mi con Enid, un espacio infantil desde la música. Se destacó el estreno relacionado con la décima, donde ese grupo etario fue protagonista. Existió presencia en todos los telecentros del país de contenidos y programas de producción propia dedicados a niños, adolescente y jóvenes».

—Si pudiéramos establecer un orden de los canales más vistos, ¿cuál sería?

—Hay que partir de la premisa de que todos los canales se ven, porque el perfil particular hace que cada canal tenga sus públicos específicos. Cubavisión es un canal generalista establecido por muchos años en nuestra televisión, con una programación de todos los géneros y contenidos, donde se concentran las producciones más complejas y los principales estrenos y con una fuerza importante en sus redacciones y en los dramatizados. A él le sigue Tele Rebelde con su perfil deportivo, que en los días de los Juegos Olímpicos de París 2024 se aproximó de manera considerable a Cubavisión en materia de audiencia de público que lo estaba mirando.

«Después está Multivisión con sus series y películas, el Educativo con los cinematográficos y la programación infantil, así como con espacios como Nocturno y Escriba y lea que son muy seguidos. Y por último el canal Clave, la señal musical, con un diseño de programación con variedad en géneros, contenidos y formatos; y el Canal Caribe con una programación informativa donde se actualiza de lo que pasa en Cuba».

De cara al próximo verano y a todo lo que tendrá que hacer la Televisión Cubana para conquistar el impacto que tenía hace unos años, ¿cuáles pudiéramos definir como sus principales desafíos en materia de programación?

—Si se parte de que la televisión constituye uno de los medios de mayor entretenimiento y que en el verano existe una alta demanda del medio, se precisa lograr capacidades productivas y recursos diversos para mantener en pantalla productos comunicativos de factura nacional y de calidad con satisfacción en los públicos.

«Igualmente, hemos de mantener los estándares de atención a los públicos por grupos de edades, a partir de los auditorios potenciales existentes en los diferentes horarios, contribuyendo de forma efectiva a la complementariedad. Además, se debe trabajar en el refuerzo del perfil de los canales.

«También en identificar con anticipación propuestas nuevas y experimentales en que la creatividad y la originalidad sean condiciones indispensables, trabajar más el factor sorpresa en el concepto de los programas. Igualmente, aumentar la producción nacional, mayor aprovechamiento de los auditorios potenciales, sobre todo en la noche, y lograr colocar estrenos que sean programas exitosos.

«Otros retos son lograr una estructura de parrilla de programación más estable y donde siempre se cumplan los horarios, la transmedialidad (fortalecer y hacer más efectivo el trabajo en otras plataformas), aumentar la investigación de prealimentacion para la producción televisiva e influir en que haya más acceso a la cajita de TV para reducir la población limitada de ver los canales digitales HD.

«Asimismo, se debe dar prioridad a la programación para adolescentes y jóvenes, con espacios que realmente se posicionen en el consumo y gusto en este segmento, producir el gran show de fin de semana, incrementar los espacios dedicados al humor, buscar con más profundidad guionistas de puntería, identificar proyectos, ideas, argumentos donde quiera que estos se encuentren e incrementar la participación de los públicos en las producciones televisivas desde todo punto de vista, no solo que se vean en pantalla, sino que sus opiniones sean tomadas en cuenta (por ejemplo, en programas como Sácame del apuro).

«Desafíos son también revisar los perfiles de algunos espacios para evitar contenidos similares en horarios similares, seguir trabajando codo a codo con el CIS y que la información que ofrecen sus expertos se convierta cada vez más en herramienta esencial a la hora de tomar decisiones o desarrollar proyectos, recuperar los programas cero para evitar producir sin saber si el programa gusta o no.

«Hay que pensarse como sistema televisivo desde la complementariedad, teniendo en cuenta las limitaciones que hoy no permiten la competencia entre canales. En este camino no podemos olvidar que a los cubanos nos educaron por una televisión de grandes propuestas y hoy existen muchas dificultades para producir. Pese a todo, nos levantamos cada día con personas que siguen creando y considerando que todo es perfectible».

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.