Podcast Más que papel, de Juventud Rebelde, en una nueva etapa. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 28/10/2025 | 08:23 pm
Más que papel es un podcast que surgió en este diario con el formato tradicional de la radio. Sin embargo, en Juventud Rebelde estamos inaugurando una nueva etapa, ahora en video y en las principales plataformas digitales, con una narrativa transmedia que se extiende además a nuestras páginas impresas.
Para relanzar nuestro podcast aprovechamos el espacio que nos brindó el 1er. Festival Internacional Granma-Rebelde, donde invitamos a personalidades de la política, la cultura y el periodismo.
Y precisamente en este primer episodio tratamos un tema que nos agrede a todos, aunque algunos quieran negarlo: el bloqueo económico, comercial y financiero que impone Estados Unidos a Cuba.
A continuación, compartimos el diálogo sostenido con una experta en este tema.
—Para nosotros es un grandísimo honor tener en el podcast Más que papel a la viceministra de Relaciones Exteriores Josefina Vidal Ferreiro. Muchísimas gracias por aceptar compartir con nosotros estos minutos, porque yo la vi por ahí y dije, «Josefina no se nos puede ir». No se nos puede ir porque tenemos que hablar de un tema que atraviesa la vida de todos los cubanos y que, además, nos están tratando de decir, y es la matriz que quieren imponer en la toxicidad de las redes sociales contra Cuba hoy, que el bloqueo no existe. Josefina, ¿es verdad que el bloqueo no existe?
—Por supuesto que eso es la gran falacia y forma parte de la enorme campaña comunicacional que es una guerra, una verdadera guerra, que Estados Unidos hace para esconder su gran responsabilidad en este abuso sostenido por más de 65 años que se ha aplicado contra el pueblo de Cuba, que es la guerra económica que nosotros conocemos como bloqueo.
«Y por supuesto que el bloqueo no es el único responsable de los problemas que tenemos. De hecho, hay un reconocimiento por parte del Gobierno de cosas que no nos han salido bien en la gestión de la economía y para eso hay un plan, precisamente para rectificar esas cosas. Por cierto, a veces ocurren esos errores porque estamos todo el tiempo tratando de ver cómo vivimos y cómo funcionamos en medio de esta guerra económica que se nos hace, pero por supuesto que nadie puede negar, y Estados Unidos lo sabe, si no, no nos lo siguiera haciendo, que el bloqueo es uno de los principales responsables de los problemas que enfrenta el país y uno de los obstáculos más grandes que tenemos para el desarrollo económico. Eso es importante seguirlo transmitiendo, seguirlo explicando, poner ejemplos de la vida real.

«De hecho, el presidente Trump en este segundo mandato, hasta el momento, ya ha aplicado más de una veintena de medidas que van dirigidas a arreciar ese cerco económico contra Cuba, que se manifiesta ahora de una manera cualitativamente distinta, porque en más de 60 años el bloqueo a Cuba se manifestaba como lo hemos conocido: no le vendo a Cuba, no le compro a Cuba, le pongo obstáculos para que no pueda comprar incluso en terceros mercados, limito y prohíbo el turismo de Estados Unidos a Cuba, impido que Cuba use el dólar en sus transacciones financieras, pongo obstáculos a la inversión extranjera y amenazo para que no lo hagan…
«Pero desde que Trump en su primer mandato —y ahora en el segundo—, asumió las riendas de esta política, le imprimió un elemento nuevo, es lo que llamamos la política de máxima presión, que además de mantener todo lo anterior que muy sucintamente resumí, ha hecho políticas dirigidas a quirúrgicamente dañar todos los sectores que ingresan recursos a este país.
«Y ha ido de atacar cada una de esas esferas, una detrás de la otra, para que no entre un centavo a Cuba. Esa es la nueva cualidad del bloqueo. Por eso atacan el turismo, las remesas, la inversión extranjera en una fase superior, ya permitiendo que se demanden en tribunales de Estados Unidos a empresas que han invertido en Cuba. Por eso ataca la colaboración médica cubana en el exterior, que es una fuente de ingresos legítimos a Cuba para el sostenimiento del sector de la salud en nuestro país, y por eso volvieron a poner a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. La idea es asfixiarnos, ya no solo que Cuba tenga problemas para comerciar y para relacionarse con el mundo, sino que no entren ingresos a este país. Por eso estamos viviendo un recrudecimiento de esas medidas y del impacto económico sobre nuestro país, sobre nuestra población.
—Y tengo también la impresión de que han trabajado muchísimo en la guerra cognitiva, sobre todo para influir en el sector más joven.
—Exacto, o sea, es una política que tiene muchas aristas, pero yo diría que los elementos centrales como se manifiestan hoy en día son: la asfixia económica por un lado, que no entre dinero, que no entren recursos a Cuba, ojo, que no entre combustible a Cuba, porque también han estado persiguiendo los suministros de petróleo a Cuba y tomando medidas contra aquellos que nos envían esos suministros.
«Y número dos, una tremenda, atroz, bien estructurada y bien financiada guerra comunicacional contra Cuba, precisamente para que su narrativa y para que ese mensaje de que ellos no son los responsables entre a nuestro país y las personas se lo crean y responsabilicen al Gobierno de Cuba de lo que no es responsable.
«Entonces, esa es la realidad de lo que estamos viviendo, de ahí la necesidad no solo de seguir buscando vías para funcionar, desarrollarnos en medio de este cerco económico, y de ahí la diversificación que Cuba está haciendo de sus relaciones económicas externas, buscando opciones en otros mercados, en otros países del mundo y, número dos, que tenemos de nuestra parte ver cómo hacemos para contrarrestar esa gran guerra comunicacional dotada de mucha tecnología, de mucho financiamiento y que requiere de nosotros enfrentar ese desafío con nuestros escasos recursos, pero con mucho ingenio, con mucha producción de mensajes para que nuestro pueblo entienda la realidad de lo que está pasando. Pero el bloqueo sí existe, es una realidad y afecta a toda nuestra población y las condiciones de vida de nuestro pueblo. Eso no se puede negar».
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