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Guantánamo. —Yelena Romero Noa se aferra a su pequeño Lexan Eliseo Delgado Romero, de apenas un año, ingresado en una de las salas del Hospital Pediátrico Provincial Pedro Agustín Pérez, refugio seguro para los niños enfermos de municipios afectados por el paso del huracán Oscar por Guantánamo.
La madre refiere que llegó a la institución el pasado miércoles, con su niño deshidratado por un cuadro diarreico, al alimentarlo con leche preparada sin agua segura, y que el traslado fue más rápido gracias al rescate de un carro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en su zona de Yacabo Abajo, en Imías.
Desde ahí nos llevaron hasta San Antonio del Sur y luego partimos en ambulancia hasta el municipio cabecera, detalló.
Cerca de Yelena está Ruth Alba Durán, una madre de solo 20 años, oriunda de El Salao, también en Imías, que junto a su esposo Leovis Matos, cuidan de la pequeña Samira, la cual presentó síntomas como vómitos y diarrea después del evento hidrometeorológico, reportó la ACN.
Los padres de la niña, respiran aliviados al ver que la condición de Samira mejora gracias a los sueros para hidratarla y al sulfato de sodio diagnosticado para controlar su estado de salud, y comentan que los últimos análisis muestran buenos resultados.
El doctor Francisco Marsillí Faure, director del Pediátrico, explica que varios de los niños afectados que se encuentran en el centro traen consigo afecciones respiratorias, neumonía, broncolitis y catarro común.
También otras patologías menos frecuentes son síndrome febril y enfermedad diarreica con signos de deshidratación ligera, pero ya se observan mejorías en cada uno, subrayó el también especialista en primer grado de Pediatría.
Las familias de Yelena y Ruth resaltaron no sólo la atención excepcional brindada a sus pequeños, sino también a ellos como acompañantes que lo perdieron casi todo y agradecieron las donaciones recibidas por el pueblo cubano, como un bálsamo en medio del dolor.
En estos días, la ayuda solidaria ha llegado en forma de alimentos de parte de algunas Mipymes locales a madres y compañías de los niños enfermos, además organizaciones como la Unión de Jóvenes Comunistas, la Central de Trabajadores de Cuba, las iglesias, el equipo de salud mental de Guantánamo, de conjunto con el del municipio de El Salvador, les entregaron ropas, confituras y productos esenciales.
La Organización de Naciones Unidad para la Infancia, Unicef, les proporcionó mochilas con útiles escolares para asegurar que los niños más grandes estén listos para el regreso a clases.
La preocupación se extiende además hacia el pequeño Abraham Daniel González Hernández, el valiente niño de Macambo, San Antonio del Sur, que sobrevivió a la corriente del río y se encuentra en la sala de cirugía ortopédica y traumatología, con una herida en la pierna derecha.
Según Roberto Rojas Ramos, especialista en primer grado de ortopedia y traumatología y Eurípides Limonta, el estado de Abraham mejora satisfactoriamente, con su lesión limpia, buen tejido de granulación y a la espera de que evolucione un tiempo más.
Los niños hospitalizados por las secuelas de Oscar rondan las edades entre un mes y hasta 12 años de vida, para un total de 11 pequeños, más otro de cuatro meses que se encuentra en el Hogar Materno Provincial, puesto que requiere de atención nutricional especial y recibe un cuidado médica integral que incluye enfermería, medicamentos y otros recursos para asegurar su bienestar.
