Daniellis Bles, licenciada en laboratorio clínico, refiere que actualmente solo cuentan con un gasómetro en funcionamiento, y utiliza el último disco que existía, puesto que no tienen reservas. Autor: ACN Publicado: 30/10/2024 | 11:20 am
Guantánamo. — Quien desee conocer el bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. contra Cuba, que se llegue al laboratorio de terapia intensiva e intermedia del hospital pediátrico Pedro Agustín Pérez, de Guantánamo, donde la falta de insumos para el equipo ABL 800, un analizador clínico de gasometría, limita el diagnóstico y tratamiento de niños que requieren de exámenes sobre sus niveles de gases en sangre.
El uso de este instrumento vital ha sido interrumpido por la falta de reactivos, lo cual afecta el trabajo de los profesionales de la institución y a los pacientes, resultado de la imposibilidad de entrada de recursos para la salud, por el genocida cerco económico comercial y financiero, impuesto a Cuba en 1962 , reporta la ACN.
Daniellis Bles, licenciada en laboratorio clínico, refiere que actualmente solo cuentan con un gasómetro en funcionamiento, y utiliza el último disco que existía, puesto que no tienen reservas.
La disponibilidad de casetes donde se colocan las muestras siempre ha sido insuficiente y se agotan rápido por la gravedad de los casos pediátricos atendidos, subraya la especialista, con la angustia que le provoca pensar en que el equipo detendrá su funcionamiento, si no llega un refuerzo de esos medios.
El director del Pediátrico guantanamero, Francisco Marsillí Faure, expuso lo difícil de esa situación, puesto que sin el envío de nuevos casetes no podrán continuar los estudios clínicos, sin embargo, en los últimos años, garantizaron alternativas en alianza con el Hospital General Agustino Neto.
Nuestro personal lleva las muestras y esperamos los resultados para hacer la interpretación necesaria y ofrecer el tratamiento adecuado, los pacientes no se quedan sin el estudio que necesitan, enfatizó el también especialista en primer grado de Pediatría.
Advirtió también que no obstantes, esa solución temporal tiene sus limitaciones, puesto que los casetes no son producidos localmente, se adquieren en el extranjero, lo cual implica un desafío financiero considerable y explica que a veces el país tiene los recursos económicos pero enfrenta dificultades para adquirirlos debido a las restricciones impuestas por el bloqueo.
El licenciado Yoanni Cuesta Wilson, jefe del departamento de Electromedicina, relata las carencias se extienden a otros departamentos y equipos, como lo cual precisa que el hospital dispone de 11 respiradores de diversas marcas, pero enfrenta varios problemas técnicos.
El ventilador Lyra presenta fallas en su tarjeta electrónica y carece de sostenibilidad técnica, los de marca Servo S y Servo-i tienen dificultades con sus baterías, esenciales para su movilidad.
Además, se carece además de suficientes casetes respiratorios para cada ventilador y en cuanto a los respiradores Jenny, se encuentran inoperativos por problemas de conexión eléctrica y el respaldo de batería, apunta.
Enfatiza también en que los problemas energéticos del país por escasez de combustible han afectado la carga de energía, lo cual complica aún más el funcionamiento de los respiradores.
En el laboratorio químico, los equipos Espinreact 200, InLab 240, analizadores de todo lo relacionado con la química sanguínea, igualmente se encuentran afectados, al igual que el hemoglobinómetro, medidor de la hemoglobina.
María Antonia Morejón Serrano, doctora especialista de laboratorio, asegura que mientras funcionaban esos medios automatizados, se procesaba una mayor cantidad de muestras con menos reactivos y en poco tiempo se conocían los resultados sin margen de error.
Ahora con esos equipos rotos debemos hacerlo de la forma tradicional, y también enviar los resultados a La Habana, proceso que puede tardar hasta un mes para conocer las conclusiones, remarca.
El laboratorio de anatomía patología donde se realiza el estudio histológico de todos los tejidos, es un área provisional que enfrenta múltiples desafíos, entre estos con el procesador automático de tejido, corazón del departamento.
Presenta serias dificultades después de su uso durante 40 años, y si se detiene, no podremos procesar biopsias en el hospital infantil, detalla Felipa Arriete Verdecia, trabajadora del departamento.
Se suman otras problemáticas con la visualización de los microscopios; falta de aditamentos para el micrótomo de rotación; desgaste del baño histológico, medio que constantemente se encuentra en reparación y presenta en ocasiones fallas eléctricas que afectan su operación que dañan el examen de las muestras.
A pesar de las limitaciones que les impone el bloqueo, en todos los laboratorios existen equipos en funcionamiento, gracias al empeño del grupo de Electromedicina, que realiza innovaciones para extender su vida útil y minimizar las afectaciones en la atención médica a la población infantil guantanamera.
Además, profesionales y trabajadores del Pediátrico provincial mantienen un espíritu inquebrantable, no consideran la opción de rendirse ante los problemas y logran que los servicios del hospital se sostengan a diario, que la mejor evidencia del mensaje final de su director: «solo hay una alternativa: vencer, no hay otra opción».