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«Para subir las escaleras» de manera segura

La Política Integral de la Niñez, la Adolescencia y las Juventudes es el resultado de un diálogo multiactoral y multinivel, basado en la participación activa de las personas jóvenes en su concepción, y debe mantenerse para su implementación

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

Laura Llanes concibe su plan de vida como una escalera. Cada peldaño que vence es una meta propuesta en alguna etapa previa para llegar a ser la persona que desea ser. ¿Dificultades? Muchas puede encontrar de escalón en escalón. Lo importante es no rendirse y seguir.

«Como muchos de mi generación, siempre me tracé objetivos y los plazos para cumplirlos. Aspiré a graduarme de la carrera de Sociología, comenzar a trabajar y ganar experiencia laboral, crecer profesionalmente, independizarme de mis padres, crear una familia y luego
reinsertarme en la vida laboral, cursar una Maestría, aportarle a mi país...

«Al terminar la Universidad y teniendo en cuenta el escenario complejo en que vive Cuba, me percaté de que mi plan de vida no se cumpliría en los plazos que me propuse. No solo me sucedió a mí, pues es un denominador común con muchos jóvenes como yo. Nos hemos sentido frustrados y en el mejor de los casos hemos postergado el cumplimiento de algunas de las metas y en otros, algunos han modificado totalmente sus planes de vida, y han emigrado del país o del sector estatal, incluso, al margen de los procesos políticos».

La Política Integral de la Niñez, la Adolescencia y las Juventudes fue aprobada en Cuba en 2023 y Laura, investigadora del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, fue de las jóvenes que participó en todo el proceso de elaboración, revisión, consulta, aprobación y, en estos momentos, evaluación de su cumplimiento.

«Esta Política es la baranda de esa escalera que me construí. No es la que resolverá mis problemas; pero cuando me sea difícil subir un escalón, podré apoyarme en ella para seguir construyendo el presente y el futuro.

«Un punto muy importante es que aboga en su  contenido por la participación de los jóvenes en los procesos que los involucran y porque desde su elaboración aplicó esta estrategia de contar con nosotros para conocer nuestras problemáticas y posibles soluciones.

«La Política sirve de apoyo para nuestro procesos de construcción de proyectos de vida en varios aspectos porque aboga por una formación profesional importante sobre la base de una orientación vocacional desde edades tempranas. Además, aboga por que en el comienzo de la vida laboral tengamos un acompañamiento que nos sedimente nuestro futuro. Es importante el apoyo para que podamos independizarnos, no solo en el crecimiento profesional sino en el acceso a las viviendas porque como sabemos, en muchas ocasiones, poseer una vivienda es el escalón hacia otro objetivo, y la política te ofrece seguridad.

Una nueva política con sus luces y sombras

La Política Integral de la Niñez, la Adolescencia y las Juventudes y su estado actual tras su aprobación fue el tema que guió la jornada de clausura del 5to. Congreso Internacional de Investigadores sobre Juventud, que sesionó del 25 al 27 de septiembre en Plaza América, Varadero.

La Doctora en Ciencias Sociológicas María Isabel Domínguez García, representante del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales en Cuba, recordó: «Aunque no es habitual que se aprueben en el Parlamento este tipo de políticas, ello evidencia la prioridad que el país le otorga a todo lo concerniente a estos grupos poblacionales».

Aun cuando el entorno demográfico de nuestro país está marcado por un envejecimiento creciente, con más del 24 por ciento de la población conformada por personas mayores de 60 años, ello no significa que las generaciones jóvenes no sean una parte importante de la población, sino que el propio escenario demográfico exige entonces que no se abandone a este grupo porque el futuro de nuestras sociedades está en estas generaciones, enfatizó.

«Esta Política no es el primer paso en la sociedad cubana en este sentido. Sabemos que desde hace más de seis décadas la atención priorizada a estos segmentos ha estado refrendada en todas las normativas jurídicas y en todas las políticas. Incluso, Cuba fue de los países pioneros en la región  en tener una ley de infancias y juventudes como fue el Código de la Niñez y la Juventud de 1978.

«En los últimos años vemos que la Constitución de 2019 hace referencia explícita a los derechos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes. También es un elemento clave el Código de las Familias en el reconocimiento y la defensa de esos derechos, entre otros proyectos y programas relacionados directamente con la atención a estos grupos como el Programa de Adelanto de la Mujer, la Estrategia para fortalecer el papel de las juventudes y el Programa de Lucha contra el racismo, entre otros.

«Sin embargo, en ese gran escenario conformado por numerosas políticas y normativas, podemos reconocer un conjunto de fortalezas, pues todas han sido políticas de Estado han sido objetivo prioritario de numerosos organismos, organizaciones y estructuras y han estado basadas en derechos como el acceso a la salud y la educación.

Domínguez García destacó las debilidades existentes «porque las metas tan ambiciosas de naturaleza social a veces no han logrado tener el suficiente respaldo económico, dadas las condiciones económicas de nuestro país. Además, la falta de articulación entre políticas sectoriales es importante, como lo es el  hecho de que la gran fortaleza de la universalización se convierte entonces en una preocupación porque no es lo suficientemente diferenciada y focalizada».

Agregó que los enfoques adultocéntricos, la debilidad en los mecanismos de evaluación, la escasa visibilidad de las políticas públicas y sus impactos a través de las estadísticas continuas, así como una marcada desactualización de parte de los instrumentos jurídicos que respaldan las políticas públicas de niñas, niños, adolescentes y jóvenes y su atención diferenciada constituyen otras debilidades.

«Tras un minucioso análisis entre lo aportado por las juventudes, la academia y la política, fue necesario repensar y por ello hoy contamos con la nueva normativa. Fue un proceso que contó con la participación de una gran parte de la sociedad a través de las organizaciones gubernamentales, estudiantiles y de la sociedad civil, entre otras.

«Fue amplia la consulta a las normativas de diferentes países de la región y a mas de 20 000 sujetos en todo el país de la población infanto-juvenil.

«Establecimos rangos de edades de la política y esto fue un proceso difícil porque las infancias y juventudes no se pueden encasillar en límites rígidos de edades».

Domínguez García explicó que el marco de la Política es de largo plazo y se orienta hacia ese desarrollo integral con inclusión social y equidad, «se basa en un conjunto de elementos, de enfoques como es la visión participativa, inclusiva y articulada, que transversaliza derechos y los concibe como actores estratégicos».

Se tomaron en cuenta para su elaboración numerosas líneas estratégicas, comunes a otras políticas, como es educación, salud, ciencia, cultura, deporte, oferta de bienes y servicios, así como participación social.

Al mismo tiempo, acotó la experta, la Política concibe ejes transversales para lograr concretar la necesaria interseccionalidad en la diversidad de nuestras jóvenes generaciones. Se orienta a grupos de edades diversos, toma en cuenta el género, el color de la piel, la ocupación, el territorio, la orientación sexual y la identidad de género y las condiciones de discapacidad, dijo.

La Política toma en cuenta establecer un activo vínculo con los jóvenes cubanos residentes en el exterior porque no pueden perder la relación directa con la nación y sus metas, destacó.

«Ahora, estamos en el proceso de implementación con el necesario seguimiento sistemático y el control por parte del Gobierno al cumplimiento de sus objetivos. Se reajusta el plan de acción a la par de la implementación, se perfecciona el sistema de indicadores para la evaluación. Se trabaja en la estrategia de comunicación porque debe ser conocida en todos los territorios y por todos los grupos sociales.

«Además, como sabemos, se elabora una nueva ley que es el Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes, coordinado por el Ministerio de Educación, y que debe ser llevada a consulta pública».

La Política es el resultado de un diálogo multiactoral y multinivel, basado en la participación activa de las personas jóvenes en su concepción, y debe mantenerse para su implementación, insistió.

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