Granada. Autor: Falco Publicado: 19/12/2023 | 11:38 pm
El coronel Juan Carlos Poey, jefe de la Dirección Antidrogas de la Dirección Técnica de Investigaciones del Ministerio del Interior, insistió en que la batalla contra las drogas en el país requiere del equilibrio armónico entre las acciones de prevención y enfrentamiento, a partir del trabajo colectivo, para lograr el rechazo al consumo de este tipo de sustancias en la sociedad.
Durante su intervención en la jornada matutina de este martes en el trabajo en comisiones previo al Segundo Período Ordinario de Sesiones de la 10ma. Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Poey dijo que es vital impulsar el desarrollo del Observatorio de Droga para el análisis e investigaciones, compilaciones de datos y el intercambio de información sobre el tema en los diferentes niveles.
«Urge establecer alianzas con centros e instituciones científicas para perfeccionar las acciones investigativas, fortalecer el sistema de control a la importación, así como garantizar niveles superiores de la integración del descubrimiento, penetración, documentación y legalización de las actividades generadas por los organizadores en el exterior y sus bases de apoyo en el ámbito nacional para prevenir y obstaculizar su actuar», expresó en la sesión conjunta entre las comisiones de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, de Defensa, y de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Poey abundó en la compleja situación en la región por el incremento sostenido de producción de cocaína y el cambio en el destino de las drogas naturales, teniendo en cuenta que en Estados Unidos se ha elevado el consumo de cannabinoides sintéticos y es a Europa a donde dirigen sus producciones.
«El consumo de drogas sintéticas es preocupante en el país porque las relaciones familiares establecidas con la comunidad de cubanos en Estados Unidos nos mantienen alertas, teniendo en cuenta que persiste la delincuencia en el exterior que quiere fomentar un mercado interno en el país, a través de disímiles vías y modalidades.
«En Cuba solo existe, de manera autóctona, en el oriente del país el cultivo de mariguana. Pero los intentos de introducir sustancias sicoactivas en el territorio nacional y lo que se recoge a través de los recalos propicia una oferta que debemos mantener bajo vigilancia constante».
Especificó Poey que se mantienen los hechos de recalo y afectaciones por escamoteos, como resultado de la actividad operatoria y empleo de las rutas marítimas de tráfico cercanas a nuestro territorio, así como el empleo de lanchas rápidas en dobles operaciones de tráfico de personas e introducción de drogas por la zona occidental de Cuba.
«Hemos comprobado los planes de cubanos del exterior de introducir droga a través de la vía aérea, con el empleo de pasajeros, cargas y envíos postales, combinando modos de operar y enmascarar los enervantes tradicionales con otros novedosos, así como la triangulación de operaciones.
«Hemos constatado además que ha aumentado la introducción de cigarrillos electrónicos, con recarga de mariguana y hachís, confituras y caramelos engomados que contienen mariguana».
Surinam y Estados Unidos son los países de donde provienen, mayormente, las sustancias ilegales que pretenden introducirse en Cuba para fomentar el consumo y el tráfico interno, agregó.
Ante los diputados, Poey reveló que el incremento de las operaciones de traslado de drogas entre provincias y hacia la capital es un aspecto preocupante, fundamentalmente desde oriente hasta occidente, por encontrarse en La Habana el principal mercado.
Acotó que se han detectado hechos vinculados con todos los niveles de enseñanza, fundamentalmente en Secundaria Básica, y en establecimientos penitenciarios, sobre todo de Granma, Pinar del Río, Mayabeque y La Habana.
El canal marítimo es la vía por la que llegan al país los mayores volúmenes de drogas, aunque el número de casos detectados en el Aeropuerto Internacional José Martí continúa en ascenso, aun cuando se han detectado también numerosos casos en otras terminales aeroportuarias, dijo.
El coronel enfatizó en la consolidación del Plan Operación Frontera Segura, en coordinación con la Aduana General de la República, que ha permitido obtener resultados satisfactorios en cuanto a la detección oportuna y la frustración de operaciones ilícitas.
Reveló además que se ha reforzado el plan de enfrentamiento en la capital, en lugares conocidos para el tráfico y consumo de sustancias sicoactivas.
Eugenio González Pérez, viceministro de Educación, insistió en la necesidad de trabajar con la familia. El escenario actual exige repensarnos el programa educativo, dijo, y en ese sentido, se perfecciona la estrategia preventivo educativa que, anualmente, forma parte del Programa Nacional para la Prevención del Consumo Indebido de Drogas, el cual se aplica en todos los
niveles de enseñanza de manera dinámica y flexible.
González Pérez instó a elevar la percepción de riesgo en familias y estudiantes, así como en los maestros.
Modesto Ricardo Gómez, viceministro primero del Ministerio de Educación Superior, destacó que el enfrentamiento debe hacerse, de manera coordinada, desde todos los factores para que los resultados sean los que el país necesita y merece.
Alina Montesinos, vicefiscal general de la República, aseguró que se mantiene el rigor y la severidad en las sanciones vinculadas a los casos de consumo y tráfico de drogas en el país. Aseveró que, en el presente año, hasta la fecha, se han procesado 40 expedientes relacionados con drogas, en los cuales existen menores implicados.
Karla Santana, diputada por el municipio capitalino de La Habana Vieja, reconoció el trabajo desarrollado como parte del plan de enfrentamiento al uso indebido de las drogas, «pero aún las medidas y planes proyectados no han sido suficientes para reducir el impacto de este fenómeno, por lo que hay que actualizar las estrategias y métodos».
El diputado holguinero Luis Velázquez manifestó que el actuar de manera multidisciplinaria es la garantía del éxito del enfrentamiento al uso indebido de las drogas, «y las ciencias sociales están llamadas a investigar profundamente esta situación y ofrecer pautas a seguir en el correcto actuar, en un escenario complejo en el siglo XXI a nivel mundial».