Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

5 de septiembre de 1957: una lección de alto valor simbólico

El General de Ejército Raúl Castro Ruz y el Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidieron el acto por el 65 aniversario de la acción popular

Autor:

Laura Brunet Portela

CIENFUEGOS—. «Si hay un héroe es el pueblo de Cienfuegos», expresó en una entrevista el Comandante del Ejército Rebelde, Julio Camacho Aguilera, quien dirigiera las acciones del Levantamiento Popular Armado de la ciudad, y que volvió a esta tierra como cada cinco de septiembre, para junto a unos diez mil cienfuegueros recordar a los héroes y mártires de la gesta.

En el homenaje a ese pueblo heroico que tiñó de sangre y valor una madrugada de 1957, asistieron el General de Ejército, Raúl Castro Ruz, el Primer Secretario del Comité Central del Partido (CCPCC) y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Así como Marydé Fernández López, Primera Secretaria del Partido en Cienfuegos, miembros del Buró Político y el CCPCC, y otros.

Combatientes del Movimiento 26 de Julio (M-26-7), marinos y familiares de los caídos ocuparon las primeras filas de una jornada matutina, que al igual que la trovada de la víspera, le cantó, sobre todo, al amor que transversaliza la obra revolucionaria.

«De ese hecho son admirables, tanto las actitudes de los combatientes dedicados a la causa revolucionaria, como la del pueblo cienfueguero. Aunque aquel día quedaron aislados en la sublevación, dejaron para la historia una lección de alto valor simbólico», reconoció en las palabras centrales del acto, Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y Secretario de Organización del CCPCC.

Agregó que el triunfo revolucionario entrañó muchos cambios para todo el país, pero «a pesar de los avances sociales que nos enorgullecen, y que tenemos el deber de cuidar con esmero, estamos conscientes que mucho nos queda por hacer. Es en la economía donde tenemos el mayor reto».

Sobre las campañas de descrédito dentro y fuera de Cuba, Morales Ojeda enfatizó «que no existe estado fallido aquí. Lo que sí ha demostrado ser fallido son los reiterados intentos por destruir la Revolución Cubana».

Reiteró la posición del estado cubano como referente para otros al referirse a la respuesta coordinada entre las organizaciones políticas y de masas, la colaboración internacional y el pueblo para actuar ante desastres como los del Hotel Saratoga y la base de Supertanqueros de Matanzas.

En la compleja situación electroenergética, aunque para muchos estados en tal situación la lógica indica que debieran aumentar.

Como otra formar de honrar la vida de los que intentaron una Cuba mejor hace 65 años, Morales Ojeda convocó a participar en el Referendo del Código de las Familias, para votar por una ley que otorga derechos a todos.

Al cierre del acto central, el pueblo realizó la tradicional peregrinación hasta el cementerio Tomás Acea, donde reposan los restos de mártires del cinco de septiembre de 1957.

 

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