SANTA CLARA, Villa Clara.— En el paisaje vial de esta ciudad aparecieron esta semana 20 triciclos amarillos motorizados que cubren rutas dentro del perímetro urbano, otra opción para atenuar la tirante circunstancia de la transportación de pasajeros, que ya se ha puesto en marcha en otros territorios del país como Guantánamo, Holguín, Cienfuegos, Camagüey y Pinar del Río.
Este servicio, prestado por choferes particulares, funciona bajo el sistema de arrendamiento y fue mejor recibido por la población que el también inaugurado de los ómnibus Diana ruteros, a pesar de que ambos tienen un costo de tres pesos por usuario. Las motonetas, como se conocen popularmente, fabricadas en China y ensambladas en nuestro país, tienen capacidad para seis personas y podrán funcionar con dos turnos de trabajo.
Los ruteros se diferenciarán del resto de los ómnibus Diana en que solo circularán con pasajeros sentados.
En la tribuna de la calle no causó aspaviento el precio de los triciclos arrendados, más barato que el del resto de los transportistas por cuenta propia, pero sobre los ómnibus se dispararon los criterios por considerar que debieron utilizarse para fortalecer otras rutas a un precio más asequible.
La vox populi llega hasta señalar el detalle de que estos ruteros, que tienen dos puertas, no llevan pasajeros de pie y los de una sola sí, e indica que se debió utilizar los de un solo acceso para aquellos.
Tratándose de la deficitaria transportación, resulta lógico que los comentarios se disparen en bien o mal. En definitiva, en la calle hay ahora más opciones.