Los daños a la red eléctrica son graves en las zonas por donde pasó Irma, pero se avanza en la restauración del sistema. Autor: Roberto Garaicoa Martinez Publicado: 21/09/2017 | 07:05 pm
El país pasó la noche de ayer y la madrugada de hoy con grandes y pequeñas «islas» iluminadas por corriente eléctrica, pero también con otras muchas zonas sin luz.
Las afectaciones del huracán Irma al Sistema Electroenergético Nacional (SEN) condujeron a que la generación cayera a cero, algo que ocurre por primera vez en la historia y que exige un proceso de restauración de mucha disciplina tecnológica y respeto milimétrico a cada paso.
Lázaro Guerra, director técnico de la Unión Eléctrica (UNE), explicó la víspera en conferencia de prensa que la «energización» de los circuitos tiene que ser muy controlada, cuidadosa: «una equivocación conllevaría a empezar de cero de nuevo».
Preguntado sobre el tiempo que demorarán los trabajos, explicó que este es un proceso en el cual no puede haber «corre-corre». No puede perderse un minuto, pero hay que hacerlo con la cautela, con la mesura y con el análisis técnico que lleva.
«El sistema está débil, y una perturbación técnica puede echar para atrás el trabajo y obligaría a empezar de nuevo. No obstante, «se está avanzando; se avanza analizando todos los elementos necesarios y cada día el sistema está mucho más fortalecido».
Al explicar lo que está sucediendo, indicó, por ejemplo, que de las ocho centrales termoeléctricas (CTE) de la nación, incluyendo la planta de Tallapiedra, en la Bahía de La Habana, seis se encuentran en el litoral norte, el más devastado por el paso del ciclón más grande que se ha formado en esta cuenca en los últimos cien años.
Las CTE sufrieron daños y algunas aún no pueden ponerse en marcha. «El paso del huracán causó averías a la integridad del sistema interconectado nacional, del cual forman parte todas las unidades generadoras», enfatizó Guerra.
Hay muchos daños, además, en las líneas eléctricas, severos en las zonas por donde batieron los vientos huracanados. Y en algunos territorios, como Matanzas, no se ha terminado la evaluación de los daños. No obstante se avanza en la restauración del sistema y la revitalización del servicio a la población y las entidades, dijo.
Los territorios más favorecidos van de Guantánamo a Camagüey, donde la generación es fuerte y estable, lo cual no significa que todos los circuitos estén brindando servicio. Aún hay áreas muy dañadas, especialmente en la provincia agramontina, la más afectada de la zona oriental.
En la región occidental también va mejorándose la distribución de energía, pero en menor cuantía, con muchas más afectaciones, y donde la producción de las centrales termoeléctricas aún no es suficiente para cubrir los circuitos que no fueron dañados o que se restablecen.
A pesar de los cuantiosos perjuicios provocados por el evento, esta vez se cuenta con una ventaja: la generación distribuida, es decir, la disponibilidad de los grupos electrógenos, indicó el Director Técnico de la UNE.
La revolución energética, impulsada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, nos permitió tener estas unidades en todo el país. Favorecieron hacer «islas» electrificadas en varias provincias, lo que ayudó a mantener el servicio en zonas y centros vitales, y ahora permiten suministrar energía para prender las CTE que están apagadas en estos momentos.