Momento de la toma de la foto oficial de la 5ta Reunión Ministerial Caricom-Cuba Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/09/2017 | 06:51 pm
El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla valoró que la 5ta. Reunión Ministerial Caricom-Cuba contribuyó a identificar áreas de cooperación y aseguró que «seguiremos trabajando juntos hasta la próxima Cumbre de Caricom», que se celebrará en diciembre de este año en Antigua y Barbuda.
Rodríguez Parrilla clausuró el encuentro luego de que se aprobara la Declaración final de la Reunión. El jefe de la diplomacia cubana dijo que la cita ratifica la voluntad común de fortalecer los lazos de amistad y solidaridad, y reiteró el irrenunciable compromiso de Cuba con el Caribe.
Además, recordó las palabras del líder cubano Fidel Castro, cuando en agosto de 1998 calificó a la unidad como única y verdadera fuerza del Caribe y destacó su importancia para defendernos y la necesidad de extenderla a nivel regional, hemisférico y con los pueblos de otros continentes.
El ministro de Relaciones exteriores agradeció, a nombre del Presidente Raúl Castro, y del Gobierno cubano, la participación de los representantes caribeños.
En el encuentro fue firmado el Segundo protocolo del Acuerdo de comercio y cooperación económica entre la Mancomunidad del Caribe y la nación cubana.
De cara a la próxima cita, el canciller de Antigua y Barbuda, Charles Fernández, aseguró que su país dará las garantías para la exitosa realización allí de la VI Cumbre Caricom-Cuba, prevista para el 8 de diciembre de 2017.
Esta 5ta. Reunión Ministerial Caricom-Cuba mostró las excelentes relaciones entre los países de la Comunidad y el nuestro, basadas en la solidaridad y el apoyo mutuo en favor de los intereses comunes.
Entre sus temas principales estuvieron la integración en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Asociación de Estados del Caribe (AEC), y la concertación política regional e internacional. Los representantes evaluaron cómo reforzar los mecanismos de la Celac, donde el Caribe participa; fortalecer desde su posición el trabajo de la AEC, que acaba de concluir en La Habana su 22da. Reunión Ministerial, así como la cooperación en los marcos de la ALBA-TCP y Petrocaribe.
Hubo plena coincidencia en afianzar la unidad en pos del desarrollo sostenible en lo económico, lo social y lo medioambiental, así como en promover la paz y la justicia social. En ese sentido, se ratificó el compromiso de América Latina y el Caribe como Zona de Paz para guiar su actuación internacional.
Se insistió en lograr que las relaciones económicas y de cooperación entre Cuba y Caricom sean «un proceso de dos vías» y se expusieron buenas experiencias al respecto. Desde 2015, el intercambio de Cuba con el Caribe ha crecido un 98 por ciento y se aprecia un creciente interés del empresariado caribeño en el mercado cubano.
En los debates salió a la luz la idea de «alinear las estrellas» de la AEC, la ALBA, la Celac y Caricom, lo que significa que, preservando sus perfiles, pueden generar sinergias de impulso a los objetivos de la región.
Una oportunidad
Rodríguez Parrilla en una intervención angular que abrió los debates alertó que no es posible la unidad e integración regionales sin la relación entre el Caribe y la América Latina.
Sentimos que la actual coyuntura hemisférica obliga a Nuestra América, a la América Latina y el Caribe a aumentar su unión y concertar aún mejor sus esfuerzos y que, frente a las nuevas amenazas y desafíos, hay una oportunidad para ahondar nuestra agenda común, señaló el canciller cubano.
En cuanto al papel de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Caricom, el ministro cubano del Exterior aseveró que la Comunidad, con un carácter más universal, necesita un fuerte liderazgo de la Caricom, y manifestó la expectativa de que la Celac cuente pronto con una presidencia pro témpore de un Estado miembro de la Comunidad del Caribe.
Enfatizó en que la actual coyuntura hemisférica requiere la profundización de la concertación política y la capacidad de resolver los asuntos derivados de los niveles específicos de desarrollo y los intereses nacionales.
Ello, dijo, con la conciencia de que la Celac ha de concentrarse en temas que nos unen, servir al diálogo para discutir las diferencias, y contribuir a acciones de conjunto, concertadas, única forma de hacer valer nuestro enfoque y de que nuestra voz sea escuchada en una situación de creciente amenaza a la paz, así como para asegurar las relaciones internacionales, el desarrollo y el disfrute de todos los derechos humanos por todas las personas.
En sus palabras inaugurales, el titular cubano del Exterior había destacado la inquebrantable hermandad entre los pueblos de la región desde el 8 de diciembre de 1972, una muestra del espíritu unitario de los grandes luchadores del Caribe y los padres fundadores de esta organización.
El Canciller reiteró el agradecimiento de los cubanos por las muestras de solidaridad recibidas de los hermanos caribeños tras la desaparición física del líder de la Revolución, Fidel Castro, «máximo defensor de la hermandad y la cooperación entre Cuba y los países de Caricom».
En la ceremonia inaugural también habló Maxine McClean, Canciller y Ministra de Comercio Exterior de Barbados y presidenta del Consejo para las relaciones Exteriores y de la Comunidad de Caricom, quien entre otros aspectos indicó que la Comunidad «se mueve hacia adelante en su misión de desarrollo regional y ha diseñado un plan estratégico para el período 2015-2019», cuyo objetivo es «reubicar la región y hacerla más flexible económica, social, ambiental y tecnológicamente».
Junto al Canciller cubano brindó sus reflexiones para abrir los debates el segundo vicepresidente y canciller de Guyana, Carl B. Greenidge, integrante del Cuarteto de la Celac, quien se refirió a la necesidad de profundizar la integración, y movilizar los recursos financieros y humanos a fin de capitalizar potencialidades y recursos para el desarrollo.
A la luz de las incertidumbres creadas por las amenazas del nuevo Gobierno estadounidense, la región necesita fortalecer la Celac y la alianza regional para enfrentar estas políticas, enfatizó.
Unidad y cooperación
Los denominadores comunes se sucedieron en las intervenciones. Yldiz Pollac-Beighle, canciller de Surinam, agradeció la sociedad estratégica con Cuba y la cooperación correspondiente en lo que consideró «relaciones ejemplares de la cooperación Sur-Sur».
En similar sentido se expresó el ministro de Relaciones Exteriores de Antigua y Barbuda, Charles Fernández, quien afirmó que «los países son cada vez más conscientes de la importancia de la integración regional».
Por su parte, June Soomer, la diplomática santaluceña que fuera ratificada la víspera como secretaria general de la Asociación de Estados del Caribe, comentó que al reasumir el cargo se le confirió el mandato de llevar otra vez a la Caricom a la mesa de trabajo de la AEC. Agregó que hay «grandes oportunidades» de que ambos organismos caribeños trabajen juntos.
En ese sentido, el embajador de Belice en el Caricom, Francisco D. Gutiérrez, refirió la importancia de que el organismo no solo tenga una voz, sino una posición coordinada con la AEC.
Mark A. G. Brantley, canciller de la Federación de San Cristóbal y Nieves, aseguró que la fortaleza de los organismos caribeños está en mantener «una posición común y tratar de evitar nuestras diferencias, sobre todo en un entorno muy hostil en asuntos como cambio climático».
Otra cuestión abordada por Brantley fueron los vínculos con África. Como Canciller dijo haber visitado a colegas africanos y ver que existe en ese continente una pasión para hacer más con el Caribe. Somos su diáspora y podemos llegar allá, sentenció.
También sobre la unidad habló el ministro de Salud de San Vicente y las Granadinas, Robert T. L.V. Browne, quien ve en ella la única garantía para el desarrollo de nuestros pueblos. Browne evocó los aportes en tal sentido realizados por el desaparecido líder bolivariano Hugo Chávez.
Desde Jamaica llegó la voz de Marlene Malahoo Forte, fiscal general, quien apuntó que la Celac es el foro de coordinación con socios extrarregionales y un mecanismo para involucrarnos en temas y foros internacionales, pero manifestó su preocupación porque los temas se dupliquen, y se pronunció por determinar la manera más eficaz para que las voces caribeñas no se pierdan en los temas generales.
Dennis Moses, ministro de Relaciones Exteriores de Trinidad y Tobago, abogó por ampliar la colaboración en turismo y otras esferas, y sugirió la posibilidad de establecer empresas mixtas. Dijo que la salud, la cultura y la educación, incluido el otorgamiento de becas, son esferas propicias para ello.
La capacitación estuvo en las reflexiones de la Ministerial. En representación de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO), Anthony Severin llamó a explotar más las potencialidades.
Por su parte, la canciller barbadense Maxine McClean, quien presidió la reunión, comentó que en su país han tratado de desarrollar un modelo de capacitación y asistencia técnica en materia de finanzas, y un modelo de tipo cooperativo que puso a disposición del grupo.