Va quedando atrás la imagen de caos arquitectónico e insalubridad en una de las cuarterías de la Loma del Chivo. Autor: Leonel Escalona Publicado: 21/09/2017 | 05:14 pm
La construcción de viviendas constituye uno de los blancos principales del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a esta isla por Estados Unidos, el cual obstaculiza el desarrollo habitacional de la familia cubana, según funcionarios del sector.
En conversación con la prensa, el director de Inversiones del Instituto Nacional de la Vivienda, Roberto Vázquez, consideró que como consecuencia de ese cerco, el país se ve imposibilitado de adquirir tecnologías e insumos producidos en la nación norteña.
Agregó en ese sentido que si la Isla tuviera acceso a recursos de esa procedencia, acortaría los tiempos de edificación de inmuebles en beneficio de la población.
El directivo calificó de vital, además de poder incrementar la producción de materiales, la utilización de tecnologías destinadas al reforzamiento de edificios, desobstrucción de conductos y la detección de filtraciones, en busca de recuperar y aumentar el fondo habitacional en el país.
Sin embargo con los medios de que dispone desde hace más de dos décadas, enfrenta muchas dificultades en una esfera en constante modernización tecnológica a escala internacional.
En ese sentido mencionó los casos de edificios en estado de deterioro en la capital y ciudades cabeceras de provincia, que permanecen en esas condiciones por carecer de las tecnologías de punta que podrían comprar en Estados Unidos, de No existir el bloqueo.
Esta medida unilateral aplicada por la mayor potencia mundial, que dura ya más de medio siglo, cobra marcada dimensión social, al impactar directamente en el mejoramiento del nivel de vida de los cubanos, sostuvo Vázquez.
Desde abril del 2013 al 31 de marzo de 2014, la afectación económica y financiera del bloqueo a las construcciones de casas y obras sociales en el sector, asciende a 27 millones 700 mil dólares, según precisó Maribel Robaina, de la dirección de Planificación y Estadísticas del Ministerio de la Construcción (Micons).
Explicó que de esa cifra, 26,7 millones de dólares corresponden a perjuicios provocados por No acceso a tecnologías estadounidenses en la esfera de la vivienda.
El millón restante se debe a gastos adicionales por concepto de fletes marítimos y aéreos, al tener Cuba que recurrir a mercados más distantes como alternativa.
Robaina remarcó que de No haber tenido esos perjuicios, el organismo habría invertido toda esa suma en reparar o construir más casas, escuelas, policlínicos, o cualquier tipo de obra social en beneficio del pueblo cubano.
El director adjunto de la empresa Importadora y Exportadora de la Construcción (Imeco), Mario Larrinaga, informó que esa entidad tuvo que adquirir en países distantes, casi la mitad de los productos necesarios para la construcción.
Algunos de esos insumos fueron muebles sanitarios, mantas asfálticas, empotramientos hidrosanitarios, materias primas destinadas a la producción de aditivos, material eléctrico, arcilla y falso techo, por los cuales hubo que erogar 453 mil 750 dólares por flete marítimo o aéreo.
En opinión de Misael Rodríguez, del secretariado nacional del Sindicato del sector, el bloqueo afecta a los más de 200 mil constructores en el país y particularmente a la población, al impedir mayor disponibilidad de materiales para la construcción de casas y obras sociales.