Cuba es un ejemplo por sus logros en materia de seguridad alimentaria de la población, y por movilizar el apoyo para erradicar el hambre en otras naciones, afirmó este lunes el representante de la FAO en el país, Theodor Friedrich.
En entrevista publicada por el semanario Trabajadores, el funcionario de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) destacó que nuestro país es uno de los pocos que históricamente ha logrado un buen nivel de seguridad alimentaria.
«Hambre va junto con pobreza, y para esto las soluciones son políticas socioeconómicas que saquen a la gente de la pobreza y faciliten el acceso a alimentos. Cuba, en este sentido, es un ejemplo», consideró. En este sentido, explicó que las relaciones entre la nación y la FAO datan del año 1959, y la primera oficina aquí de ese organismo internacional comenzó a funcionar en 1968.
Como resultado del trabajo conjunto, añadió, se han logrado muchas infraestructuras visibles en el país y el desarrollo institucional con inversiones sustanciales, como la contribución a perfeccionar diversos institutos y centros de investigación.
«Los retos existentes en el país dan amplias perspectivas para fortalecer la colaboración», afirmó.
Con respecto a la implementación en Cuba de iniciativas de agricultura urbana y suburbana, el ingeniero agrónomo y doctor en Mecanización Agrícola opinó que han mostrado resultados más favorables que la producción agrícola en general, en parte como consecuencia de un apoyo específico a este sector.
No obstante, aclaró, no es una alternativa a la agricultura rural, sino una forma complementaria; pues aunque se ha desarrollado favorablemente, todavía está lejos de producir suficiente para cubrir las necesidades de la población.
El especialista de origen alemán señaló que a pesar de que la seguridad alimentaria es un objetivo no logrado por muchos países, en algunas naciones de América Latina se observan cambios positivos, pues se consigue reducir de manera significativa el número de personas hambrientas, a veces hasta llegar a cifras inferiores al cinco por ciento.
En cuanto a la situación internacional, manifestó que se produce alimento suficiente para toda la población mundial, pero una gran parte se pierde por mal manejo, y consideró al hambre un problema de acceso, distribución y capacidad económica.