José Martí. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:26 pm
MATANZAS.— Muchos coinciden en que Caimito del Hanábana marcó el rumbo de la estrella que guiaría a Martí a lo largo de toda su vida, como independentista y cubano. Con apenas nueve años de edad viajó con su padre a ese sitio del sur de Matanzas, donde presenció el salvajismo del colonialismo, sustentado en su mano de obra esclava.
Allí escribió una carta a su madre, Leonor Pérez, el 23 de octubre de 1862, la cual se considera —al decir del Doctor Alfredo Lauzurica González, presidente de la filial provincial de la Sociedad Cultural José Martí en Matanzas— el primer documento literario escrito por el Apóstol, del que se tenga constancia histórica hasta el momento.
La presencia del Maestro en este lugar de Matanzas es histórica, reflexionó Lauzurica, porque él dejó constancia no solo del paisaje y la geografía del lugar, sino de las condiciones sociales en que vivían las personas con que contactó, y esto fue decisivo en su formación patriótica y revolucionaria.
El máster José Ramón González, de la junta provincial de la Sociedad Cultural José Martí, señaló que es una carta breve que asombra. «La carta es una joya, y tiene un gran valor porque le nació de muy adentro».
Precisamente en Caimito del Hanábana se celebró este martes ese hecho histórico con la entrega del carné de la UJC a un grupo de jóvenes matanceros, se declamaron versos del Maestro y se dio lectura a la carta, mientras que la filial matancera de la Sociedad Cultural José Martí donó al Memorial Caimito del Hanábana el libro Relaciones de Martí con el pueblo de Colón, escrito por Jorge Martínez en 1956.
La rememoración incluyó un acto en el mismo escenario y en horas de la tarde se efectuó un evento científico-teórico sobre temáticas martianas, auspiciado por la Sociedad Cultural José Martí.
En Caimito del Hanábana Martí conoció a los esclavos Claudio Pozo, un negro muy inteligente, y a Tomás, a quien consideraba como su majestad Tomás, su amigo. Tres décadas después, inmerso en su obra histórica por la independencia, recordó en versos los sucesos crueles que presenció en su niñez en los campos matanceros.
Carta de Martí a su mamá Leonor
A mi señora madre Dña. Leonor Pérez
Hanábana, Octubre 23 de 1862
Estimada mamá: Deseo antes de todo que Vd. esté buena lo mismo que las niñas, Joaquina, Luisa y mamá Joaquina. Papá recibió la carta de Vd. con fecha 21, pues el correo del sábado que era 18 no vino, y el martes fue cuando la recibió; el correo —según dice él— no pudo pasar por el río titulado «Sabanilla» que entorpece el paso para la «Nueva Bermeja» y lo mismo para aquí, papá no siente nada de la caída lo que tiene es una picazón que desde que se acuesta hasta que se levanta no le deja pegar los ojos, y ya hace tres noches que está así.
Ya todo mi cuidado se pone en cuidar mucho mi caballo y engordarlo como un puerco cebón, ahora lo estoy enseñando a caminar enfrenado para que marche bonito, todas las tardes lo monto y paseo en él, cada día cría más bríos. Todavía tengo otra cosa en que entretenerme y pasar el tiempo, la cosa que le digo es un «Gallo fino» que me ha regalado Dn. Lucas de Sotolongo, es muy bonito y papá lo cuida mucho, ahora papá anda buscando quien le corte la cresta y me lo arregle para pelearlo este año, y dice que es un gallo que vale más de dos onzas.
Tanto el río que cruza por la «finca» de Dn. Jaime como el de la «Sabanilla» por el cual tiene que pasar el correo, estaban el sábado sumamente crecidos, llegó el de acá a la cerca de Dn. Domingo, pero ya han bajado mucho.
Y no teniéndole otra cosa que decirle déle expresiones a mamá Joaquina, Joaquina y Luisa y las niñas y a Pilar déle un besito y Vd. reciba de su obediente hijo que le quiere con delirio José Martí.