La Única Cena: Un emotivo tributo a Antonia Eiriz

La Galería Concha Ferrant de Guanabacoa se erige como el escenario de un conmovedor tributo a la gran pintora Antonia Eiriz a través de la exposición "La Única Cena". Este evento reúne a artistas de diversas generaciones, quienes se unen para rendir reverencia a una figura emblemática que supo capturar su esencia en un periodo social vibrante.

Durante la tarde, la Msc. Teresa Toranzo, Curadora y Crítica de arte, y el artista Nelson Villalobos impartieron una conferencia sobre el legado artístico-pedagógico de Eiriz.

Foto: Nileyan Rodríguez Rodríguez

Además se realizó un performance dónde todos los participantes llevaron una vela y fue encendida en su honor.

El especialista y participante Cisto Concepción Moreno evocó la máxima martiana: «Honrar, honra, es que nos reunimos para rendir tributo a una mujer pintora que supo como nadie insertarse en un proceso social efervescente y convertir su esencia en arte», subrayando la forma en que Eiriz transformó la incomprensión en una obra de destacado alcance.

Entre los artistas invitados se encuentran reconocidos talentos como Arturo Montoto, Tomás Núñez ( Jhonny ) y Villalobos, conjunto a un diverso grupo de participantes, incluido el colectivo infantil "Ventana de Arte"; igualmente participaron Orestes Carballo Marrero, Pady Hill Pupo, Jorge Cristóbal Fernández-Trevejo, Nileyan Rodríguez Rodríguez, Elizabeth Blanco Martínez, Maykel Borrego, Dania Navarro, Ricardo López Drago, Edgar González, entre otros, quienes celebran juntos la influencia de Eiriz en la creación contemporánea. Cada artista, con su estilo único, contribuye a mantener vivo el legado de la maestra.

Foto: Nileyan Rodríguez Rodríguez

Esta cena simbólica, en la que el arte se presenta como un delicioso menú, reafirma el compromiso de todos los presentes: honrar el espíritu de Antonia Eiriz en un mundo que no debe olvidar su invaluable contribución. La exposición invita a todos a reflexionar sobre el arte como un poderoso agente de cambio, recordando que, aunque el buen arte pueda languidecer, nunca muere.