SANCTI SPÍRITUS.— Permacultores de siete provincias del país intercambiaron experiencias en esta ciudad, en busca del fortalecimiento de la nueva filosofía de trabajar la naturaleza, caracterizada por el uso de productos más saludables y menos agresivos al medio ambiente, y el ahorro de recursos.
Alejandro Romero Emperador, delegado de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre en este territorio, argumentó que con sus 81 promotores Sancti Spíritus se ubica en la avanzada nacional y de referencia internacional, con un amplio movimiento de familias que cultivan alimentos en fincas, patios y hasta en techos.
La permacultura preconiza el máximo aprovechamiento del espacio y el uso exclusivo de los recursos naturales. Atendiendo a estos conceptos se siembra en forma vertical o en círculos, se aprovechan las gomas recicladas, así como el aserrín, la paja de arroz y los palos de tabaco para arropar los suelos y después de su descomposición utilizarlos como abono, entre otras múltiples posibilidades.
En el evento sirvieron de ejemplo las prácticas que se realizan en el poblado costero Tunas de Zaza, con alta salinización de los suelos, donde ahora existe un grupo numeroso de personas que se autoabastecen de vegetales, frutas, flores y condimentos y han evitado las agresiones del mar mediante la reforestación de manglares.
Según Romero Emperador, en la provincia espirituana destaca también la existencia de 21 servicios sanitarios secos, los que evitan el malgasto de agua y la contaminación del manto freático y permiten el reciclaje de los desechos para su uso posterior como abono.
Este encuentro sirvió de preparación para los productores cubanos, quienes a finales de este año celebrarán en La Habana un Encuentro Internacional.