Cuba continúa desarrollando la forestería análoga, metodología que se emplea para aumentar la biodiversidad de un área restaurando bosques degradados y llevándolos a su etapa original, reveló a JR Orlidia Echevarría, especialista del Instituto de Investigaciones Forestales.
Según explicó Echevarría, esta técnica conservacionista comenzó a aplicarse en 2008 en la comunidad de Paraguay, perteneciente al municipio de Guantánamo, donde existen 14 fincas forestales que se han beneficiado con el proyecto.
«Uno de los avances que podemos mostrar —dijo— es el mapeo de esas fincas, y a partir de ahí se están estableciendo de manera adecuada los viveros. Este diseño de la parcela es fundamental, porque los cultivos deben estar en el lugar que le convenga al finquero y las condiciones del suelo lo permitan.
«También hemos logrado ampliar la diversidad de especies. Normalmente la empresa forestal siempre plantaba las mismas: soplillo, yagruma, casuarina…, pero ya hemos logrado que siembren alrededor de 20, entre frutales y otras no maderables, y las casas tienen en su entorno plantas medicinales y aromáticas.
«Ya los finqueros producen para su seguridad alimentaria, algo que no sucedía. Ellos estaban habituados a trabajar la actividad forestal, el mantenimiento de bosques y el fomento de plantaciones, pero no aplicaban la concepción holística de hacer todo al mismo tiempo. Y han obtenido mil libras de más en diez productos agrícolas como melón, plátano, lechuga, yuca y calabaza, entre otros».
«Desde 2007 Cuba pertenece a la Red Internacional de Forestería Análoga (RIFA), que nos asesora. Pensamos, para 2012, elaborar otro proyecto en el que se incluirá a Matanzas, Villa Clara, Camagüey y Granma, mientras Guantánamo quedará como experiencia piloto».