CIEGO DE ÁVILA, mayo 13.— El inestable comportamiento del clima y las secuelas de la crisis económica mundial se hicieron sentir en la cosecha de tomate, uno de los principales renglones agrícolas en Ciego de Ávila.
Rolando Macías Cárdenas, subdelegado de Cultivos Varios en la provincia, informó que las variedades plantadas reunían las exigencias cualitativas para lograr mayor cantidad de pasta de tomate con menos materia prima y rendimientos superiores a las 20 toneladas por hectárea.
Sin embargo, dijo Macías Cárdenas, la intensa sequía unido a jornadas de lluvias intensas dañaron a las 1 637 hectáreas sembradas, en las que el provecho no rebasó las 13 toneladas por hectárea, como promedio.
También influyó la imposibilidad de garantizar el paquete tecnológico a todos los productores, por los altos precios en el mercado internacional de la urea y la fórmula completa (nitrógeno-fósforo-potasio), agregó la fuente.
Tampoco los cultivadores dispusieron del riego necesario ni lograron en todas las zonas una adecuada labor agrotécnica y fitosanitaria, enfatizó.
El territorio, precisó, tenía la responsabilidad de entregar 20 800 toneladas a las fábricas de Majagua, Florencia, Turiguanó, La Antillana y el Combinado Cítrico de Ceballos, y solo llegó a 12 800.
Jorge Calvo Fariñas, director de Conservas Majagua, principal industria en Ciego de Ávila, explicó que ese centro procesó en esta campaña poco más de cinco mil toneladas, la mitad del año anterior.