SANTA CLARA, Villa Clara.— El hallazgo en la zona comprendida entre cayo Fragoso y bahía de Nazábal de restos de tres manatíes, dos de estos con cortes efectuados con instrumentos filosos, confirman que sus muertes fueron provocadas para consumir las carnes.
Hasta donde se conoce, con esta acción depredadora suman 17 los mamíferos sacrificados desde el año 2000 hasta la fecha en el área referida, la de mayor presencia en Villa Clara de esa especie en peligro de extinción.
Hechos como el narrado tienen lugar a pesar de las medidas tomadas para la protección de estos animales, que incluyen regulaciones para el uso de artes de pesca de arrastre.
José Antonio Santos Mariño, especialista de la Empresa de Protección de la Fauna y la Flora en la provincia, subrayó que las muertes fueron provocadas, ya que las necropsias revelaron que los mamíferos estaban sanos.
Dos de los restos encontrados habían sido descuartizados, con signos evidentes de corte en la escasa masa muscular que les quedaba, mientras el otro tenía signos de ahogamiento, al parecer ocasionado al enredarse en las redes de un chinchorro, lo cual le imposibilitó ir a respirar a la superficie.
Santos Mariño precisó que las muertes de los mamíferos ocurrieron en esta época, en que los avistamientos de los animales entre cayo Fragoso y bahía de Nazábal resultan más frecuentes y numerosos.
Recordó que la bahía de Nazábal resulta hábitat preferido por los manatíes, porque cuenta con aguas cálidas, abundante alimento y lugares para el descanso.
Esa especie está en peligro de extinción debido a su baja tasa de reproducción, lento crecimiento y afectaciones al medio ambiente donde viven. De ahí la necesidad de extremar su protección para evitar que personas inescrupulosas lucren con la venta de la carne del animal.