En conversación con Ricardo González, directivo de la Unión Eléctrica, se conoció que antes del paso de Ike por nuestro país la provincia de Pinar del Río y el municipio especial de la Isla de la Juventud se estaban recuperando de los daños causados por Gustav.
«Ya tenía luz eléctrica el 70 por ciento de Pinar y el 52 por ciento del municipio especial. Había 1 200 linieros de 200 brigadas trabajando, y se tomó la decisión de que permanecieran allí hasta después de Ike».
El funcionario informó que cuando este segundo huracán azotó el país algunas líneas se abrieron por los fuertes vientos y otras hubo que abrirlas a propósito como medida de prevención.
Las principales afectaciones se reportan en las provincias de Guantánamo, Holguín, Las Tunas y Camagüey.
Como primera medida de solución se emplean 70 pequeños sistemas eléctricos, los cuales usan grupos electrógenos, gracias a los cuales se ha podido dar servicio localmente en lugares donde las redes de distribución no presentan averías.
La reparación de los daños causados por ambos fenómenos continúa paulatinamente. En las provincias de Holguín, Camagüey y Las Tunas, menos del 20 por ciento de la población cuenta con el servicio, y en los territorios de la región central la situación es un poco mejor.