Un estudio realizado por científicos estadounidenses y publicado por el Journal of the American Medical Association señala que el virus de la hepatitis C aumenta el riesgo de desarrollar el linfoma de Hodgkin, un cáncer del sistema inmunológico, que afecta sobre todo a los hombres.
El virus de la hepatitis C incrementa entre el 20 y 30 por ciento el riesgo de sufrir el linfoma de Hodgkin, y provoca un aumento del 300 por ciento en el riesgo de que ese linfoma sufra una mutación llamada macroglobulinemia de Waldenstrom, un cáncer de los linfocitos B asociado con la sobreproducción de proteínas llamadas anticuerpos IgM.
Este linfoma afecta sobre todo al sexo masculino y al mutar puede ocasionar tumores. Se desarrolla en los ganglios linfáticos del cuello o del área entre los pulmones y la zona posterior del esternón, pero también aparece en los grupos de ganglios linfáticos que están en las axilas, en la ingle, en el abdomen o en la pelvis. Además, si el cáncer se disemina puede afectar órganos del cuerpo como el bazo y el hígado.
El estudio asegura que si bien el riesgo de desarrollar linfomas es pequeño, las muestras de los infectados por el virus de la hepatitis C podrían desarrollar unas condiciones que derivasen en un cáncer.
La hepatitis C es una enfermedad infectocontagiosa que afecta al hígado, producida por infección con el virus de la hepatitis C (HCV), el cual hace que este órgano se inflame y deje de funcionar bien.
La hepatitis C se propaga fundamentalmente por medio del contacto con la sangre de una persona infectada, ya sea por pincharse con una aguja contaminada, nacer de una madre que tiene la enfermedad, o por vía sexual, cuando en la relación existe sangrado.
La hepatitis C cursa generalmente asintomática, por lo que la mayoría de los casos se determinan a través de análisis de sangre. Esto influye en que muchas veces la enfermedad pueda volverse crónica, e incluso causar una cirrosis hepática o cáncer de hígado.