Tal vez el busto de Antonio Maceo más alto de Cuba, en toda su historia, será el que colocarán jóvenes espeleólogos el próximo martes en la cima del Pan de Guajaibón, el punto más elevado del occidente del país, en la provincia de Pinar del Río. Integrantes de esa expedición, en condiciones de campaña, lo llevarán hasta allí en homenaje al próximo 7 de diciembre, aniversario 110 de su caída en combate.
El busto, bronceado debido al tratamiento aplicado para su protección a la intemperie, pesa unos 78 kilogramos, y fue tallado en roca por el escultor Arnaldo Díaz Berreira, de Bauta. Tiene 65 centímetros de alto y 50 centímetros de ancho.
Este tributo al más bravo de los mambises cubanos se denomina Un pedestal para el Titán de Bronce, y comprende también la colocación en esa cima —de 701 metros sobre el nivel del mar, al noroeste de la Sierra del Rosario, en la Cordillera de Guaniguanico— de una tarja con la expresión de Martí: «Usted es imprescindible a Cuba... usted es grande, Maceo...», tomada de la carta del Apóstol al Mayor General, escrita el 20 de febrero de 1894, en Nueva York.
El lugar exacto donde se fijarán y develarán la tarja y el busto pertenece a la denominada «área protegida de recursos manejados Mil Cumbres», en tierra pinareña.
Concebida y organizada por el grupo de espeleología Origen, con sede en Bauta, perteneciente al Comité Espeleológico de La Habana y a la Sociedad Espeleológica de Cuba, la expedición se realizará desde este lunes al 7 de diciembre, con la participación de unos 70 aficionados a esta ciencia, de las dos provincias habaneras y de Pinar del Río, entre ellos historiadores, periodistas y otros invitados.
Un primer grupo trasladará y colocará la tarja y el busto sobre una pequeña base de hormigón existente en la cima montañosa, y el miércoles serán develados.
El grupo Origen, presidido por el joven licenciado en Educación en la especialidad de Geografía, Jean Robaina Sánchez, con sede en Bauta, se creó el 2 de octubre de 2004 y sigue dos líneas esenciales de trabajo: la investigación espeleológica interdisciplinaria y la educación ambiental.
«El proyecto nuestro —explicó Jean Robaina— encierra el símbolo de que Martí en el Turquino y Maceo en el Pan de Guajaibón, velen por Cuba desde esas alturas y sean faros de las nuevas y futuras generaciones. Maceo se merece que la cúspide de esa majestuosa elevación sea su pedestal. Y hemos propuesto que se convierta en un sitio adonde acudan siempre los jóvenes, con un fin patriótico y educativo-ambiental, como hasta ahora se ha hecho en el ascenso al Turquino», precisó.
En lo que constituye la culminación de una de las más heroicas páginas de las guerras por la independencia cubana, a principios de 1896 el Titán de Bronce logró llegar con su columna invasora al extremo occidental de la Isla, en Pinar del Río.